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Basada en un reciente informe elaborado para el Centro de Análisis de la Economía Paraguaya (Cadep), la economista Verónica Serafini se refirió a los polémicos resultados del Censo Nacional de Población y Viviendas 2022, que evidenció que la población paraguaya al año 2022 estaba en 6.109.644 personas, por debajo de lo proyectado, que rondaba supuestamente la cifra de 7,4 millones de personas.
Según la profesional, ya se notaban señales de sobreestimación de las proyecciones de población, por lo que se manejaba que estos datos estarían más próximos a la realidad.
Verónica Serafini dijo que analizaron los datos de los últimos 20 años y datos de otros países, como los datos migratorios.
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“Lo que se redujo fue la proyección”
En este sentido, dijo, las cifras son llamativas en términos de la reducción de la población con respecto a las proyecciones.
“Hay gente que dice que se redujo la población, en realidad lo que se redujo fue la proyección que había sido estimada a partir de datos del censo de 2002″, explicó la economista.
Esto significa que “veníamos trabajando con proyecciones superiores a las que imaginábamos”, detalló.
Citó por otro lado que hubo reuniones con técnicos de educación y salud, en donde ya les alertaban diciendo que “les costaba encontrar la población que las proyecciones decían”.
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“Hay cierta coherencia” en censo, dicen
“Con ese cúmulo de datos miramos el nuevo censo y hay cierta coherencia en los datos que nos muestra”, expresó la profesional.
Además, habló de un factor muy importante para la población, que tiene que ver con la caída de la tasa de fecundidad.
“Esto se veía venir. Es uno de los cambios que se ha generado junto con la migración de mujeres que ha impactado en la reducción de la población en los últimos 20 años”, dijo.
Añadió que esto viene de la mano con otro fenómeno: el aumento del nivel educativo de las mujeres.
Políticas no acompañan
Lamentablemente, analizó, este nivel no ha sido acompañado con políticas de cuidado.
“Están estudiando más, tienen más aspiraciones, autonomía económica, son emprendedoras, pero la sociedad no ha logrado redistribuir esa carga de trabajo. Eso se tradujo en una reducción del número de hijos por mujeres”, dijo.
Indicó que es importante como sociedad “comprometernos a compartir entre el Estado y la comunidad”. “Estamos en un momento en el que se reduce cantidad de niños, y estamos envejeciendo rápidamente. Eso implicará tiempo de cuidado para mayores, y no hay políticas de calidad que permitan atenderlas”, advirtió.
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Debate sobre bono demográfico
Enfatizó que las personas mayores necesitan atención especializada por las necesidades propias de la edad.
“Eso nos pone en debate con respecto al bono demográfico, el crecimiento de la población, a la necesidad de fortalecer políticas laborales”, dijo.
Añadió que “de hecho ya sabíamos que no había bono demográfico en el sector rural, porque los jóvenes se trasladaron al sector urbano”.
“Estamos cambiando rápidamente y las políticas no están acompañando”, alertó.