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Mediante sus redes sociales, Antonella Volpe contó cómo personas que ingresaron hasta un sanatorio, haciéndose pasar por personal de blanco del lugar, intentó estafarlos, solicitándoles transferencias bancarias a cuenta del sanatorio donde estaba internado su esposo, Roberto Ruiz, más conocido como “Chirola”, cantante de los Kchiporros.
Inicia el relato afirmando que el domingo último, como “Chiro” estuvo con dolores estomacales desde el sábado al mediodía, fueron al sanatorio y donde quedó internado y ella para acompañarle, a fin de evitar que no sea algo grave, como una peritonitis, apendicitis o algo que haya que operar, mientras hacían los estudios al músico.
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“Cuando yo firmo los documentos, me hacen firmar un documento que decía que estaban recibiendo llamadas extorsivas los pacientes de este sanatorio y que el sanatorio no se hacía responsable obviamente, y que ellos jamás iban a pedir información ni transferencias bancarias por llamadas telefónicas”, agregó a su relato.
Enfermero se acercó hasta sala de internación
Contó cómo una persona que era enfermero o al menos tenía toda la indumentaria, ingresó a la habitación donde estaban internados para pasarles una llamada de una línea perteneciente al sanatorio.
“Entro donde estaba Chiro y viene un enfermero. Les juro que después de dos minutos, viene un enfermero, así vestido de enfermero del sanatorio, con un teléfono inalámbrico de línea baja del sanatorio y me da y me dice “una llamada para usted” atiendo y me dicen: “hola, ¿usted es familiar del paciente?”; “Hola, si”, le digo y me dice: “Ah, porque necesito una información que me tiene que pasar, por favor, si es que me puede dar su número de celular. Le doy mi número de celular, hasta ahí yo no había caído en cuenta”, relata en su cuenta de instagram Volpe.
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Agregó que da su número de celular a la persona con quien estaba hablando a través de la línea baja del sanatorio, y que la llaman al instante, en la que la persona incluso sabía hasta el nombre del médico tratante del cantante de los Kchiporros.
Estafa disfrazada de descuento
Según Antonella Volpe, los presuntos estafadores no solamente se hacían pasar hasta por el staff del sanatorio, sino que hasta manejaban datos personales tanto de pacientes, como de los médicos que atienden en el lugar.
“Me dice ‘bueno, nosotros estuvimos hablando y le vamos a hacer un descuento, pero para eso no vayas a pasar por caja al final, tipo transferime nomás a mí”. Obviamente, cuando me dice transferime nomás a mí ya digo ‘Será?’. Corto y ya me escriben por WhatsApp, y me mandan el número de cuenta de un banco para que le transfiera su cuenta es G 2.200.000, no sé qué, todavía ni habíamos entrado y él ya sabía cuánto iba a salir mi cuenta, y encima yo le digo, pero yo tengo seguro y me dice ‘No, no, pero no va a cubrir el seguro todo lo que te voy a pasar, superorganizado’”, comentó.
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Aseguró que tras esta situación, bloqueó el contacto y realizó las denuncias correspondientes, por lo que pidió a la gente que esté atenta para no caer en este tipo de estafas.
Formulario de denuncia
Además del intento de estafa por teléfono, también contó sobre un pedido inusual de unos enfermeros para que complete sus datos en una planilla que entregó finalmente a la gerencia del sanatorio.
“Después viene un enfermero y me entrega un formulario para que yo complete donde estaban así todos mis datos, o sea, yo tenía que completar para hacer más o menos la denuncia, tipo quién soy, número de cédula, todos los datos. Yo no completo el primer día. El segundo día entra un enfermero otra vez a la pieza y Chiro estaba ahí acostado y se va y le dice, le toca así el brazo y dice ‘Papá, ¿ya completaron el formulario?’ y Chiro le responde: “He, no; no sé”. Le digo: ´Yo tengo que completar, pero no tengo bolígrafo’. Se va, me trae el bolígrafo, yo completo todo y digo: ‘Ni cagando le voy a dar a este tipo rarísimo. Me voy a ir a entregarle a la gerente”, agregó.
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Finalizó diciendo que después de 40 minutos entran dos enfermeros a la pieza, y les consultan sobre a quién entregó el formulario de denuncia, a lo que respondió que a la gerente.
“Después entramos a la habitación, yo así toda cagada después de lo que pasó ya le había contado a todo el mundo a las enfermeras, todos ya se dieron cuenta. Nos dijeron que siempre pasa, que encima hay muchísimos pacientes que caen”, lamentó.