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En una asamblea realizada en la plaza central de la ciudad de Humaitá, los pobladores de la zona sur de este departamento exigieron al Gobierno nacional la inmediata pavimentación del camino histórico de 67 km que conecta la ciudad de Pilar con Boquerón, Humaitá, Paso de Patria, Isla Umbú y General Díaz.
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Los pobladores señalaron que ya no están para seguir aguantando ni esperando que el Gobierno tenga presupuesto.
El presidente de la comisión proasfalto de la zona sur, Héctor Cáceres, señaló que el problema no es el dinero, sino la falta de voluntad política.
”El Gobierno tiene muchas formas de conseguir el dinero para realizar el pavimento. Nosotros creemos que no es financiación lo que falta, solo falta voluntad política, ya que hay recursos, hay de dónde se puede gestionar, como por ejemplo el Focem (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur), que son fondos para obras de esta naturaleza y que está disponible para ser utilizado y, lo más importante, no es reembolsable”, señaló.
Elvira Negrete, productora de la zona de Paso Cornelio, distrito de Humaitá, señaló que el pésimo estado del camino ocasiona serios inconvenientes a los productores de la zona. “El mal estado del camino es un problema para nosotros porque no podemos llegar con nuestro producto al mercado de Pilar. El camino destruye todo nuestro móvil, si es moto o auto igual, nos sale caro porque sí o sí tenemos que ir al taller“, señaló.
Un antiguo poblador de Humaitá, don Nicasio Mencia, señaló que su anhelo es ver que el camino Pilar-Humaitá sea asfaltado. “Quiero ver la ruta pavimentada antes de morirme, desde hace mucho tiempo estamos esperando que llegue el progreso en esta zona histórica del Paraguay”, indicó el anciano de 70 años.
Por su parte, el intendente municipal, Julio Caballero, indicó: “Nosotros no les quitamos méritos a los pueblos vecinos que ya tienen el asfalto, pero nosotros somos una ciudad turística; necesitamos y merecemos el camino asfaltado”, precisó.
El trayecto que debe ser asfaltado tiene una longitud de 67 km en total. Parte de la ciudad de Pilar y termina en la confluencia del río Paraguay y Paraná, cruzando por varias compañías y zonas históricas en donde se produjeron las más sangrientas batallas durante la Guerra de la Triple Alianza.
Los pobladores decidieron en asamblea visitar una vez más a las autoridades del nuevo Gobierno y, si no encuentran respuestas a sus reclamos, tomarán otra medida como cerrar el río Paraguay.