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El cardenal Adalberto Martínez no dejó de lado que hoy inicia un nuevo periodo de gobierno en el Paraguay, siendo este liderado por Santiago Peña. Durante su homilía en la misa por la solemnidad de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma al cielo, el cardenal Adalberto Martínez, el religioso dijo que nuestro país “clama por una sociedad más fraterna, solidaria, justa, equitativa”.
Como hoy asumieron las nuevas autoridades, el cardenal exhortó al “diálogo social por el bien común” a los gobernantes y apuntó que se necesita de un “pacto social sobre algunos temas esenciales”, tales como el fortalecimiento de las instituciones, cumplir con la división de poderes y el mutuo control, siendo también fundamental “salvaguardar la independencia e integridad de la Justicia”.
Asimismo, declaró que la independencia e integridad del Poder Judicial y del Ministerio Público es lo que garantizará el Estado Social de Derecho que proclama la Constitución Nacional, algo necesario “para superar la inequidad estructural, promover el desarrollo económico y social, y crear las condiciones para una convivencia pacífica y para la vida digna de nuestro pueblo”.
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Dragón de siete cabezas
Continuando con su homilía, el religioso sostuvo que una “justicia íntegra e independiente contribuirá decisivamente al saneamiento moral de la nación”, siendo este un desafío que se propusieron impulsar desde la Iglesia.
Además, sostuvo que si no se recuperan los valores morales, “el dragón de siete cabezas, que son la impunidad, la corrupción, el crimen organizado, la inequidad, la violencia, el hambre de pan, medicamentos y trabajo, terminará por devorarnos”.
“Necesitamos conversión, volver a Dios, confiar en él. Muchos bautizados ocupan cargos de responsabilidad en los Poderes del Estado, en las instituciones públicas, en los gremios empresariales y en diversas asociaciones y empresas de la sociedad civil. Por el bautismo están llamados a ser fermento del evangelio en esos ambientes”, sostuvo.
Como parte de su homilía, Martínez también hizo énfasis en María Santísima, asegurando que “varios pasajes de las sagradas escrituras ponen a María como ejemplo de la lucha del bien contra el mal”, siendo ella la “mujer vestida de sol que se enfrenta al dragón y que lo vence por la protección de Dios”.
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