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“Relato de Don Klaus” es un cuento corto en el que el personaje central es un inmigrante suizo que se afincó en la colonia Independencia, Guairá don Walter Klaus. El anciano gozaba de un gran prestigio en la comunidad por su sabiduría y dilatada experiencia acumulada a lo largo de una vida de muchos avatares antes de llegar al pequeño pueblo. “Su sabiduría era muy mentada en la pequeña comunidad y en los alrededores, de distintos lugares venía la gente a visitarlo y compartir con él alguna conversación o a pedirle consejos”, refiere el autor, oriundo de Colonia Independencia, donde transcurrió su infancia y sus primeros años de adolescencia antes de mudarse con su familia a Encarnación.
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“Don Klaus, sus enseñanzas, sus relatos, que compartía generosamente con quienes se acercaban a él, marcó nuestra imaginación de niños, y en gran medida esta obra está inspirada en esa experiencia”, afirma.
Refiere el autor que inspirado en ese personaje fue elaborando pequeños relatos, enriquecidos por su propia experiencia de vida, y de años de compartir diálogos con sus clientes que acuden a la peluquería. Personas de distintas edades, formación, y ocupación que fueron compartiendo conmigo sus experiencias, sus posiciones, y “fueron enriqueciendo mis escritos, no soy un escritor, comparto estas reflexiones contenidas en la obra”, apuntó.
En la obra se puede encontrar elementos que hacen a acontecimientos familiares, sociales o religiosos vistas desde la cosmogonía de una sociedad rural, pueblerina, enmarcados en valores universales y atemporales, como la solidaridad, la verdad, lo bueno y lo malo, retratados en forma de reflexiones que el personaje del libro comparte con un auditorio conformado por niños y jóvenes de la comunidad. “Valores que una sociedad apurada, de vida acelerada como la que vivimos, va perdiendo sin darse cuenta, acotó.
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De acuerdo a lo señalado por el autor, lleva años acumulando esos pequeños relatos a veces en apuntes improvisados, elaborados al azar, tal vez inspirado en algún diálogo con un cliente. Por circunstancias no podía, o no me animaba a editar, hasta que por fin, con el ánimo que me dieron muchos amigos, me atreví a lanzar este primer material, al que le seguirán otros que ya están listos para publicar, siguiendo un mismo hilo conductor, pero con un personaje que hereda a don Klaus, refiere.
El libro consta de 128 páginas, contiene 118 relatos breves. El diseño de portada estuvo a cargo de Bachi Guerrero, y la ilustración de portada es de autoría de Samuel Maciel Núñez, un joven dibujante local.