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La jornada en la “Ciudad Heroica” empezará a tempranas horas con un solemne acto a las 5:00 de la mañana, con la ejecución de salva de cañones en la Plaza de los Héroes.
Posteriormente, a partir de las 8:00, al son de la Marcha de Piribebuy, se dará la apertura al desfile con la participación de unas 45 instituciones, que se presentarán con honor y patriotismo. También se contará con la presencia especial de los efectivos de la Dirección del Material Bélico y del Comando de Artillería.
Los jóvenes, niños y adultos se prepararon con días de ensayos para ofrecer su paso a la ciudadanía. La presentación de los alumnos y autoridades es algo que emociona a toda la comunidad e incluso a visitantes de ciudades aledañas, es por eso que se espera una masiva presencia.
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Historia
La Batalla de Piribebuy ocurrió el 12 de agosto de 1869 y es considerada una de las más sangrientas de la Guerra de la Triple Alianza, donde el Ejército Paraguayo defendió con heroísmo la soberanía nacional. En aquel entonces Piribebuy era convertida en capital de la República en 1869.
La defensa de esta plaza se encomendó al teniente coronel Pedro Pablo Caballero, quien con un grupo de 1.600 hombres, mujeres y niños, enfrentaron al enemigo que apareció en la zona el día 10 de agosto con más de 20.000 hombres de las tres armas, y con 35 piezas de artillería. Según datos, con las primeras luces del 12 de agosto de 1869, la maniobra de envolvimiento estaba terminada, haciendo llegar al jefe de la defensa una intimación para dejar sus armas por parte del comandante aliado, la respuesta del teniente coronel Caballero fue tajante y dijo: “Estoy aquí para pelear y morir si es necesario, pero no para rendirme”.
Ante la decisión de los defensores de Piribebuy, los aliados realizaron un fuerte bombardeo sobre la ciudad, desde todas las direcciones, y los sucesivos asaltos fueron rechazados con enormes pérdidas, pero finalmente el número superior se impuso, siendo tomadas las trincheras, ante la abnegación de parte de los defensores, quienes se batieron con el enemigo hasta el final.
Según cuenta la historia, los artilleros paraguayos cargaron los cañones con una importante cantidad de municiones, que tenía vidrios rotos, piedras pequeñas y restos de cerámica, utilizándose cubiertos, instrumentos de metal y hasta cocos. En Piribebuy se peleó con armas blancas, ramas, tacuaras afiladas, botellas rotas, las mujeres utilizaron piedras y agua hirviendo, para tratar defenderse.
Se peleó hasta el último defensor dentro mismo de la iglesia de Piribebuy, cayendo prisioneros algunos oficiales y soldados, incluso el comandante Caballero, quien termina ejecutado frente a su esposa. Para culminar esta situación catastrófica el hospital de sangre fue incendiado con los heridos y personas que los cuidaban adentro.
Los documentos del Archivo Nacional fueron arrojados al fuego enemigo, y otros llevados por el enemigo. En definitiva, fue una de las más cruentas batallas que marcaron historia.