El recorrido histórico se desarrolló a orillas del arroyo Piribebuy para conmemorar los 154 años de Batalla en la ciudad, una de las más trágicas contiendas de la Guerra de la Triple Alianza, que fue librada el 12 de agosto de 1869 contra unos 20.000 soldados aliados.

Esta actividad se realiza de forma tradicional en la ciudad heroica de Piribebuy con el objetivo de honrar a los héroes que marcaron historia en aquella época. El encuentro se desarrolló cerca del puente de madera que une los barrios Santa Ana y Virgen del Rosario, luego se continuó recorriendo los sitios históricos como el monumento del Hospital de Sangre.

Asimismo, el recorrido de hoy atrajo a varias familias con una multitudinaria presencia de visitantes que llegaron de diferentes ciudades como Altos, Eusebio Ayala, Luque, San Lorenzo y Caacupé. Los turistas admiraron el trabajo de los jóvenes actores y acompañaron con calurosos aplausos.

En el recorrido histórico que se compartió con la gente se desarrollaron 8 postas en las cuales participaron jóvenes de diversas instituciones educativas de la zona. Los estudiantes representaron con orgullo y patriotismo cada escena de una forma muy realista dejando a los espectadores emocionados hasta las lágrimas. En el evento estuvieron presentes el intendente de Piribebuy Blas Gini (PLRA), el director de Cultura Daniel Espínola y el Gobernador electo Denis Lichi (ANR).

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Historia

La Batalla de Piribebuy, ocurrió el 12 de agosto de 1869, y es considerada una de las más sangrientas de la Guerra de la Triple Alianza, donde el Ejército Paraguayo defendió con heroísmo la soberanía nacional. En aquel entonces Piribebuy era convertida en Capital de la República en 1869.

La defensa de esta plaza se encomendó al Teniente Coronel Pedro Pablo Caballero, con un grupo de 1.600 hombres, mujeres y niños, que se enfrentaron al enemigo que apareció en la zona el día 10 de agosto con más de 20 mil hombres de las tres armas, y con 35 piezas de artillería. Según datos las primeras luces del 12 de agosto de 1869, la maniobra de envolvimiento estaba terminada, haciendo llegar al jefe de la defensa una intimación para dejar sus armas por parte del comandante aliado, la respuesta del Teniente Coronel Caballero fue tajante y dijo; “Estoy aquí para pelear y morir si es necesario, pero no para rendirme”.

Ante la decisión de los defensores de Piribebuy los aliados realizaron un fuerte bombardeo sobre la ciudad. Después del bombardeo, los aliados cayeron sobre la ciudad desde todas las direcciones en sucesivos asaltos, fueron rechazados dos veces en forma consecutiva con enormes pérdidas, pero finalmente el número superior se impuso, siendo tomadas las trincheras, ante la abnegación de parte de los defensores, quienes se batieron con el enemigo hasta el final.

Según cuenta la historia, los artilleros paraguayos cargaron los cañones con una importante cantidad de municiones, que tenia vidrios rotos, piedras pequeñas y restos de cerámica, utilizándose cubiertos, instrumentos de metal y hasta cocos.

En Piribebuy se peleó con armas blancas, ramas, tacuaras afiladas, botellas rotas, las mujeres utilizaron piedras y agua hirviendo, para tratar de defenderse.

Se peleó hasta el último defensor dentro mismo de la Iglesia de Piribebuy, cayendo prisioneros algunos oficiales y soldados, incluso el comandante Caballero quien termina ejecutado frente a su esposa. Para culminar esta situación catastrófica el hospital de sangre fue incendiado con los heridos y personas que los cuidaban adentro.

Los documentos del Archivo Nacional fueron arrojados al fuego enemigo, y los que no fueron llevados por el enemigo. En definitiva una de las más cruentas batallas que marcaron historia.

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