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Ante la prohibición de la Municipalidad de Asunción, de utilizar cajas de madera para cargar y comercializar las bananas, los productores y vendedores de la fruta en el Mercado de Abasto, y también los directivos están muy preocupados por el enorme perjuicio económico que les ocasiona esta nueva disposición, que se estableció mediante la ordenanza Nº 79/23.
Enfatizaron que el hecho agrava la crisis de venta de la fruta, que de hecho ya existe en nuestro país.
El director del Abasto, Carlos García, explicó que están en contra porque la situación está mala y esto acarreará sobrecostos.
“Acudimos a la gente de asesoría de la Municipalidad encabezados por Benito Torres, exponiendo la situación documental tanto municipal como del ente regulador que es la Senave. Se hizo un estudio comparativo de los procesos de embalaje de estos productos, y el asesor recomendó a la Junta hacer una revisión al respecto”, comentó García.
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“Afecta a productores nacionales”
Señaló que actualmente está fungiendo de mediador entre los vendedores y la Municipalidad, pues también comprende a los trabajadores del Abasto. “Esta administración no puede quedar ajena a ese caso porque le afecta a productores nacionales”, dijo.
Alertó del gran impacto que se generará en cuanto a costos, si se mantiene la decisión de prohibir las cajas. “Es muy diferente una caja de madera que un embalaje más sofisticado. Yo creo que van a llegar a una solución en la Junta Municipal, luego de una revisión exhaustiva de esta resolución”, vaticinó.
Entretanto, los productores y vendedores de banana insisten en que ellos necesitan seguir utilizando las cajas de madera. “La banana tiene ciertas dificultades hoy para la comercialización en la Argentina. En ese sentido también hay una cuestión en los costos, en los procesos y en los pagos que ellos reciben desde allá”, comentó a su vez el director del Abasto.
“El mercado está más limpio”
En cuanto al movimiento y venta actual del mercado de Abasto, contó que “el mercado está más limpio, más seguro, y mermó muchísimo la frecuencia de los chespi (drogadictos)”. “Nuestra dotación de seguridad ha mejorado en este tiempo. Y los permisionarios se sienten un poco más a gusto con que la gente está entrando más asiduamente”, añadió.
Por su parte, Ignacio Rodríguez, productor y vendedor de banana, dijo que están absolutamente en contra de la prohibición de las cajas de madera, por el gran costo que representará para ellos. Recordó que de hecho ahora mismo están regalando su producción. “Las cajas de plástico son más caras, y los carpinteros que trabajan en Caaguazú se van a quedar sin trabajo. Esta es una cadena de trabajo; nosotros compramos de ellos a G. 3.500 cada caja nueva”, explicó el productor.
Regalan su producto
Lamentó que los proyectistas no les vinieron a preguntar para hacer la ley. “Ellos solo andan por acá en época de elecciones. La venta está muy escasa ahora, regalo mis productos a 15.000 o a 20.000, y mi gasto es de G. 30.000 por caja”, ejemplificó Rodríguez.
Señaló como otra desventaja, que en las cajas de plástico entra menos carga de la fruta.
Recientemente, los productores enfrentaron una nueva traba de comercialización impuesta por la municipalidad de Asunción que. Por ordenanza 79/23, dispone en su artículo 144 que; “Las frutas y hortalizas serán envasadas en cajas de cartón o plástico, estás serán integras y limpias cuando se encuentren almacenadas o exhibidas para la comercialización. Queda prohibido el uso de la caja de madera”.
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Se perjudica a cadena de trabajo
Con esta situación, los bananeros tienen serios problemas para comercializar sus productos, en vistas a que, son empaquetados exclusivamente en cajas de maderas que son fabricados por carpinteros de Tembiaporâ y Caaguazú.
Los productores critican que el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE) es el ente encargado de regular y disponer la forma de trato de las frutas, por lo que les parece ilógico que un municipio disponga el tipo embalaje de un producto para ser comercializado en su territorio.