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En el 2022 se confirmaron 1.519 casos de VIH en Paraguay, siendo esta una elevada cifra que se presentaba antes de la pandemia de COVID-19, pero como posible factor del encierro, durante los años de restricciones sociales, la transmisión de este virus en nuestro país había disminuido, según detallan desde el Centro de Consejería y Vigilancia de Derechos Humanos en contexto de VIH.
Al respecto, el coordinador de este Centro de Consejería y Vigilancia, Francisco Benítez, confirmó que los registros de personas que viven con VIH van incrementando, ya alcanzando así el “ritmo” de casos en la época prepandémica.
Asimismo, Benítez sostuvo que existe una preocupación ante la presentación de casos en una franja etaria “bastante joven”, siendo el 52% de las confirmaciones entre personas de 20 a 35 años y si es que se suman la niñez y adolescencia, el porcentaje asciende a 57% según las estadísticas del año pasado.
“Ya veníamos manifestando preocupación por esta tendencia en años anteriores; de personas jóvenes con VIH. Si bien el incremento pareciera numéricamente no significativo, hoy vemos que tienen una importante significancia en las estadísticas esa franja etaria”, sostuvo.
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VIH y las preocupaciones
Continuando con sus declaraciones, el coordinador sostuvo que estos más de 1.000 de casos de VIH en Paraguay generan una preocupación porque se dan en una franja etaria “sexualmente activa” y “económicamente activa”.
Sobre las personas “económicamente activas”, Benítez explicó que este dato es resaltado porque todas ellas tienen derecho a acceder a trabajos, sin embargo, sostuvo que en Paraguay aún existe una discriminación a personas que viven con VIH, siendo echadas de sus puestos laborales o descontratadas totalmente del sistema laboral.
Ante esto, dijo que existe un sufrimiento por el estigma que existe hacia las personas con VIH y no solamente desde el punto de vista laboral, sino también social, educativo o del acceso a los servicios de salud, siendo esto una materia pendiente de tratamiento por parte del Estado.
“El Estado debe trabajar la cuestión de estigma. El estigma es una situación, una circunstancia que día a día las personas que viven con VIH sufren y no solamente personas que viven con VIH, sino también su entorno sufre esta situación”, puntualizó.
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Personas con VIH no son un peligro
Finalmente, el profesional sostuvo que las personas con VIH “no son un peligro para nadie” ya que no se trata de una enfermedad que se contagia por pasarle la mano a alguien o compartir un mismo espacio, como por ejemplo, una oficina.
“Se debe trabajar por ese lado, sensibilizar que las personas que viven con VIH no son un peligro para nadie y por el otro lado, los mecanismos que tiene que ver y las estrategias sobre cómo prevenir la transmisión de enfermedades sexuales”, señaló.
Por otra parte, Benítez aseguró que las empresas no pueden hacer un test de VIH a sus empleados, pero a la vez lamentó que aún existan demasiados “tabúes” en Paragua en referencia al virus de la inmunodeficiencia humana, como incluso algunas personas creen que podría transmitirse a través de un mosquito.
“El problema sigue siendo el estigma y eso hace que las personas no quieran asistir a recibir su tratamiento”, lamentó.