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El Comité de Expertos en Aditivos Alimentarios, gestionado conjuntamente por Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se encuentra cerrando un estudio para revisar las actuales recomendaciones de consumo diario de aspartamo. En esta nota, te contamos qué es y de qué está compuesto.
El aspartamo es un edulcorante artificial utilizado ampliamente en la industria alimentaria como un sustituto del azúcar. Es conocido por su poder endulzante intenso y su baja cantidad de calorías, lo que lo convierte en una opción popular para personas que desean reducir su consumo de azúcar o controlar su ingesta calórica.
El aspartamo se compone de dos aminoácidos, el ácido aspártico y la fenilalanina, que se unen para formar un compuesto dulce. De acuerdo a varios estudios publicados, el igual que otros edulcorantes artificiales, el aspartamo no proporciona calorías adicionales al ser metabolizado por el cuerpo, lo cual lo hace especialmente atractivo para aquellos que buscan perder peso o que tienen condiciones médicas como la diabetes.
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Este edulcorante se encuentra en una amplia variedad de alimentos y bebidas, incluyendo refrescos, chicles, productos horneados, helados, yogur y muchos otros productos procesados. También se puede encontrar en forma de comprimidos o polvo para endulzar bebidas calientes.
El aspartamo fue aprobado por numerosas organizaciones reguladoras de alimentos en todo el mundo, incluyendo la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), las cuales en su momento han concluido que su consumo en las cantidades recomendadas no representa un riesgo para la salud.
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¿Qué pasa ahora con el aspartamo?
Sin embargo, ha habido algunas preocupaciones y controversias en torno al aspartamo. Algunos estudios sugieren que puede tener efectos adversos en la salud, como dolores de cabeza, mareos, trastornos gastrointestinales y reacciones alérgicas en individuos sensibles. Sin embargo, la mayoría de estos estudios hasta la fecha fueron limitados en tamaño y alcance, y los organismos reguladores hasta la fecha han concluido que no existe evidencia suficiente para respaldar estas afirmaciones.
Desde 1981, los expertos de la OMS y la FAO han señalado que el consumo de aspartamo era pero seguro “dentro de determinados límites”. Por ejemplo, la salud de un adulto medio podía correr riesgo si tomaba entre 12 y 36 latas de refresco con este ingrediente.
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En ese sentido, es importante tener en cuenta que el aspartamo debe ser utilizado con moderación, al igual que cualquier otro edulcorante artificial o azúcar. Como parte de una dieta equilibrada y estilo de vida saludable, puede ser una opción para aquellos que buscan controlar su consumo de azúcar o reducir su ingesta de calorías. Sin embargo, se recomienda leer las etiquetas de los alimentos y bebidas para conocer la cantidad de aspartamo que contienen y ajustar su consumo.