Las autoridades de Argentina denunciaron un presunto operativo ilegal de la Armada paraguaya en el río Paraná que se registró el domingo pasado, cuando marinos paraguayos interceptaron una embarcación con ciudadanos argentinos que pescaban en una zona que correspondía a la jurisdicción del país vecino, según aseguran.

Al respecto, el intendente de Ituzaingó, Juan Pablo Valdés, desmintió a la Armada nacional -que asegura que todo el procedimiento se dio en aguas que corresponden a Paraguay- asegurando que el uniformado “saltó” a la embarcación de los extranjeros ya a pocos metros de la costa de Argentina.

Ante esto, Valdés sostiene que hubo una violación de la frontera de su país y calificó el hecho de “gravísimo”, ya que los uniformados contaban con armas y se encontraban de forma irregular en el territorio de otro país.

“Se pueden tener dudas de dónde está el límite del agua, pero no se pueden tener dudas al estar a la costa. No era una isla, es tierra firma de Argentina. Tenemos conflictos a raíz de los límites; tenemos un conflicto que se viene dando hace mucho tiempo”, apuntó el intendente.

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Intendente asegura que la Armada paraguaya “secuestra” a turistas

Como parte de su idea, el intendente de Ituzaingó reiteró que en varias ocasiones ya se presentaron casos con la Armada paraguaya y sus uniformados, a quienes acusó incluso de “secuestrar” a los turistas para llevarlos hacia Ayolas.

Además, dijo que hasta ya se originó otro conflicto con la Armada durante un concurso de pesca y devolución, mientras también hay casos de abigeato y caza en la zona.

“Nunca van a encontrar una transgresión argentina en suelo paraguayo; tenemos los videos y es muy claro: el marino paraguayo salta a la embarcación argentina. Tenemos miedo de que haya pérdida de vidas humanas y lo que buscamos es usar pacíficamente el río”, concluyó el político.

Armada paraguaya culpa a los argentinos

Sobre el caso, la Armada paraguaya -a través de su prefecto general- niega las acusaciones de autoridades argentinas sobre el atropello a la soberanía de sus aguas territoriales y culpa a la tripulación de la embarcación de civiles de ese país por haberse resistido a un control en aguas paraguayas e incluso llevarse a un oficial paraguayo hasta la costa del país vecino.

Según el prefecto Lucio Benítez, no existió una violación a la soberanía de las aguas territoriales y la incursión de los paraguayos se realizó ante el “secuestro” del marino.

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