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En comunicación con ABC Cardinal este jueves, Carlos Benítez, director de Epidemiología del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), se refirió a la emergencia sanitaria por gripe aviar decretada ayer por el presidente Mario Abdo Benítez, una medida que llega a pesar de que el Senacsa comenzó a las barreras sanitarias en varios de los focos de influenza aviar detectados hasta ahora.
El miércoles se dio a conocer el Decreto Número N° 9.463, por el cual se declara emergencia sanitaria animal por influenza aviar altamente patógena y se activa el Sistema Nacional de Emergencia Sanitaria Animal (Sinaesa). La emergencia, según el documento, corre desde el 20 de mayo, casi un mes antes del día de su publicación.
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Ramírez explicó que se trata de un decreto “muy necesario” porque la activación del Sinaesa permite coordinar desde los puntos de vista técnico, administrativo y jurídico acciones entre el Senacsa y otros órganos del Estado como los ministerios de Salud y de Obras Públicas para “controlar un brote de una enfermedad exótica”.
Admitió que el decreto “ha salido un poco tarde”, teniendo en cuenta que el Senacsa solicitó la declaración de emergencia hace poco menos de un mes, pero afirmó que a pesar de que en las últimas semanas no se han confirmado nuevos casos de gripe aviar en el país y los casos sospechosos más recientes han sido descartados, no se puede considerar superada la emergencia.
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“Del último brote todavía no pasaron más de 15 días; estamos pasando un primer periodo de incubación de la enfermedad”, dijo. “Tenemos que esperar dos periodos de incubación para decir que la enfermedad va desapareciendo”, acotó.
La situación regional y la migración de aves
Manifestó también que la ley de creación del Senacsa da al organismo la suficiente “prerrogativa jurídica” para actuar sobre cualquier brote sin la necesidad de una declaración de emergencia.
En ese sentido, afirmó que el Senacsa lleva ya un tiempo preparándose para una emergencia de gripe aviar en Paraguay, en reacción a brotes registrados en países vecinos.
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“En Argentina hubo más de cien focos, también en Chile, en Ecuador... Nuestro país no va a ser diferente”, dijo, agregando que los especialistas atribuyen la ausencia de nuevos casos en Paraguay en el momento actual a los hábitos migratorios de las aves, que en esta época del año se desplazan hacia el norte del continente.
Vacío sanitario
Ramírez indicó que actualmente está en marcha un período de “vacío sanitario”, que consiste en el “despoblamiento” de los lugares donde hubo brotes de gripe aviar. Ese despoblamiento debe durar al menos dos periodos de incubación desde el último día de eliminación de las aves enfermas, explicó.
Hasta el momento, todos los brotes de gripe aviar en Paraguay se han registrado en poblaciones de aves de “traspatio” en fincas de la Región Occidental, sin casos registrados en instalaciones de cría de aves a escala industrial.
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Los productores cuyas aves fueron infectadas y tuvieron que ser eliminadas reciben indemnizaciones que rondan los G. 30.000 por gallina sacrificada –con precios distintos en casos de otras especies de ave como patos o pavos–, explicó Ramírez.
Según el epidemiólogo, Senacsa realizó un “estudio de factibilidad del costo probable de la emergencia” en tres escenarios con distintos grados de gravedad, estimándose un gasto de alrededor de US$ 500.000 en la circunstancia más pesimista, que contempla hasta 60 focos de gripe aviar a nivel nacional.