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El excombatiente de la Guerra del Chaco, el único con vida en esta localidad y posiblemente en el departamento de Caazapá, por la edad y su enfermedad, ya no puede comunicarse fluidamente. Petrona Vargas López, una de sus hijas, se encuentra al cuidado del mismo.
La hija asegura que con ella habla, que siempre le dice que es su tesoro, que le pide cuando necesita algo, en qué parte del cuerpo quiere que le masajee.
La hija del héroe de la Guerra del Chaco dijo que muchos años estuvo trabajando en la Argentina, pero ya está jubilada y sus hijos ya son todos grandes, con vida propia, y por eso decidió volver, hace tres años, para cuidar de su progenitor.
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La mujer dijo que los Vargas vinieron del Brasil y que son descendientes del expresidente del vecino país Getulio Vargas y que su padre nació en la compañía Abaí, entonces jurisdicción de San Juan Nepomuceno, actualmente es uno de los 11 distritos del departamento de Caazapá. Años más tarde se mudaría en la compañía Isla Yobái de San Juan Nepomuceno y, finalmente, se afincó en el barrio San Luis de la zona urbana de esta ciudad.
Petrona Vargas López se lamentó porque cuando eran niños se sentaban alrededor del fogón (tata) de la cocina y su padre contaba las historias o anécdotas de la Guerra del Chaco, pero nosotros, los hijos, nunca le dimos la debida importancia y la verdad que ahora recién valoramos los relatos de nuestro padre, quien es un héroe nacional y muchos datos se perdieron.
Siguió evocando que su padre José Domingo Vargas González se escapó de su familia para ir a la Guerra Chaco; consiguió llegar hasta el Chaco y le asignaron tarea en la cocina para preparar los alimentos a los soldados, por ser menor de edad. Pero él no aceptó la orden, porque iba para defender la patria y para combatir al frente de batalla.
Con una esquela le enviaron a otro regimiento, donde le dieron un arma para practicar y aprendió muy rápido y entonces le enviaron al frente de batalla. Nuestra entrevistada no puede precisar en qué año fue al Chaco y que una vez terminada la guerra siguió en un cuartel, por un tiempo más, y luego vino a la capital del país para completar su servicio militar para conseguir su baja.
Petrona Vargas López contó que los descendientes del excombatiente son 13, de los cuales cuatro ya fallecieron, lamentablemente. Actualmente cuatro viven en la República Argentina y el resto está viviendo en los alrededores de San Juan Nepomuceno.
José Domingo Vargas estuvo casado con Ana de Jesús López, quien falleció a los 94 años, estuvieron casados 74 años.
Petrona Vargas volvió a recalcar que escuchar la historia de su papá era tan natural que cuando era niña no le daba importancia y muchas anécdotas se perdieron lamentablemente, que no puede recordar todas.