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Falta de fondos es la principal necesidad para que las instituciones educativas logren poner en condiciones sus edificios. En el caso de Asunción, la Municipalidad había informado que se utilizarían unos US$ 5.000 millones de los recursos de Fonacide para 30 instituciones; sin embargo, a más de la mitad del año lectivo ni siquIera hay una lista de los colegios.
Eduarda Acosta, coordinadora de la Escuela Juan León Mallorquín, explicó cómo la comunidad se preocupó por la seguridad luego de un incidente violento entre un alumno y su maestra, sin embargo, agrega que ese aspecto de la seguridad integral no es lo único urgente, sino también la seguridad física.
“La escuela carece de recursos, incluyendo personal de psicología, y los docentes deben encargarse de la seguridad además de educar a los estudiantes. Tenemos, por ejemplo, una construcción iniciada y no se completó debido a la falta de fondos” sostuvo.
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Aulas sin poder usar a causa de goteras
La coordinadora Eduarda Acosta comenta que la prioridad siempre es la seguridad de la comunidad educativa.
Actualmente la institución tiene varias necesidades en materia edilicia, como por ejemplo verjas en la muralla, reponer focos que son constantemente robados, así como los cables, que se deben reponer de inmediato y constantemente.
“Hay un pabellón que no se puede terminar nunca. Esa parte falta una evaluación, porque gotea todo. Esta obra fue iniciativa de la Municipalidad, pero no alcanzó la plata y quedó así, usamos como depósito porque no se puede usar como sala” explica.
Agregó que la población estudiantil es grande ya que no sólo asisten estudiantes del barrio Sajonia, si no también de los bañados que están cerca.
Padres y docentes trabajan para contener a alumnos
Tras el asesinato de una docente en manos de un alumno en el departamento del Guairá, la comunidad educativa del Colegio Juan León Mallorquín activó su protocolo de alerta.
No cuentan con sicólogos ni orientadores, por lo que los padres y docentes se encargan del control de mochilas y realizan charlas para la contención de los estudiantes.
“Ahora estamos haciendo las reuniones por grado, con los chicos y con los padres, en horarios diferentes para poder llegar a todos. Esto genera una sobrecarga también para los docentes, pero tenemos que educar dentro de las aulas y también encargarnos de la seguridad” señaló.