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En el Día Mundial Sin Tabaco, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social alerta que nueve muertes al día están estrechamente relacionadas al consumo de tabaco.
Esta cifra es preocupante para la cartera sanitaria, pues realizando una sumatoria, esto se traduce en 3.300 personas que mueren al año a consecuencia de los químicos tóxicos que despiden los cigarrillos.
Lo alarmante es que mueren de la misma forma tanto fumadores activos como pasivos, pues quienes respiran humo sin fumar, igualmente reciben nicotina y químicos tóxicos, de la misma forma que lo hacen los fumadores.
Traduciendo los números de muertes a porcentajes, nos encontramos con que el 12 % de los decesos que ocurren en nuestro país son debidos al consumo de tabaco.
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Daño es prácticamente instantáneo
Muchos fumadores tienen la creencia de que “conocen su cuerpo” y “regulan” el consumo para que no les haga daño. Esto es un mito.
Ni bien se empieza a fumar, las alteraciones en el organismo se hacen visibles. Algunas de ellas son:
-Arrugas prematuras en el rostro y coloración grisácea de la piel.
-Dientes, uñas y dedos se vuelven amarillos.
-Aparición de enfermedad periodontal en la boca, además de caries y halitosis (mal aliento).
-Aumenta la presión arterial del corazón inmediatamente después de empezar a fumar, momento en que el corazón incrementa su frecuencia de latido en un 30%.
-Esto obliga al músculo cardíaco a realizar un mayor esfuerzo para bombear la sangre, lo que eleva el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria.
-Disfunción eréctil e infertilidad.
-Disminución del rendimiento deportivo.
-Riesgo de aborto y de sufrir complicaciones durante el embarazo.
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Mucha atención con los hijos
El doctor José Fusillo, expresidente de la Sociedad Paraguaya de Neumología, hizo hincapié en que muchos padres minimizan el acto de fumar o que se fume cerca de sus hijos, por creer que nada les va a pasar. Pero ser fumador pasivo es más grave de lo que parece.
Recordó que los hijos de padres fumadores tienen el doble de probabilidad de sufrir infecciones respiratorias graves.
Mueren 8 millones de personas al año en el mundo
El doctor Fusillo precisó que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) mueren 8 millones de personas al año a causa del tabaco.
Aclaró que el consumo de cigarrillos, cualquiera sea la cantidad, ya introduce a la persona al tabaquismo, pues tiene una adicción al tabaco.
Con respecto a los fumadores pasivos, tienen el 25 % más de riesgos de desarrollar infecciones respiratorias, incluso cáncer, que una persona que no está expuesta al humo del tabaco.
En otro orden, el doctor respondió a quienes argumentan que “llevan años fumando y están perfectos de salud”.
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Sobre estos casos explicó que los organismos reaccionan de formas diferentes, y “siempre existirán ejemplos de personas que no sufrieron ningún daño por el cigarrillo, pero la gran mayoría de las personas siempre va a tener algún cambio en alguno de sus órganos. El cigarrillo puede afectar casi todos los órganos del cuerpo”, advirtió el doctor.
EPOC, la enfermedad más perjudicial
El especialista explicó que la enfermedad que más produce afectación respiratoria a largo plazo y que es la principal causa de inhabilidad en la edad adulta en pacientes fumadores es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc).
La EPOC se produce fundamentalmente por el consumo del tabaco, y va deteriorando las vías aéreas hasta generar destrucción pulmonar importante. Esto obstruye persistentemente las vías aéreas, y, si no hay intervención médica, en algún momento el paciente llega a depender de oxígeno en forma permanente.
La EPOC no se cura pero hay medicamentos altamente eficaces que permiten que el paciente llegue a vivir una vida normal.
Se puede detener su evolución
A diferencia del cáncer de pulmón, que sí es progresivo y en muchos casos el paciente fallece, en la EPOC se puede intervenir en forma temprana y detener la evolución de la enfermedad.
Ante este escenario, el neumólogo insistió a todos los fumadores mayores de 35 años a que acudan a realizarse controles una vez al año. Este monitoreo respiratorio incluye estudios que miden si hay obstrucción a nivel bronquial y radiografías.
Si el paciente muere por EPOC es porque se llegó tarde al tratamiento o porque el paciente no dejó de fumar.
“Cualquier estrategia terapéutica en enfermedades respiratorias pierde su eficacia si el paciente no deja de fumar. Es primero dejar el cigarrillo y después intervenir con los medicamentos”, puntualizó el doctor.
El cáncer más letal
Cuando hablamos de cáncer del pulmón, sí la situación es más grave, pues el de pulmón es el cáncer más letal del mundo.
En un 80 % de los casos, el cáncer está ligado al consumo de tabaco.
Si es detectado en forma temprana, también hay opciones de extirpación y se puede llegar a la cura.