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En el Día Mundial del Loro, expertos en estas aves de nuestro país, aprovechan para concienciar a la ciudadanía en un cambio de mentalidad que debemos tener con respecto a este y otros animales silvestres, si es que queremos seguir disfrutando de la posibilidad de verlos por algún tiempo más.
En ese sentido, el ingeniero agrónomo y asesor ambiental, Luis Recalde y Óscar Rodríguez, quien es Guia Profesional de Observación de Aves y Safaris Fotográficos, Fotografo de Naturaleza de Paraguay Birding & Nature Tours, miembro del Club de Observadores de la Naturaleza del Paraguay (CON), coinciden en que debemos dejar de criar a estas aves en cautiverio.
Recalde asegura que “desde los enormes guacamayos azules hasta las catitas enanas del tamaño de un gorrión, en Paraguay habitan nada menos que 24 especies de loros, cotorras y maracanás. El 31 de mayo se recuerda el Día del Loro, una fecha para celebrar a estos animales y la importancia de conservarlos en la naturaleza”.
Por su parte, Rodríguez señala con énfasis que desea “de todo corazón que los paraguayos podamos darnos cuenta de la importancia de este grupo de aves y reaprendamos a disfrutarlas viéndolas volar libres en su hábitat natural, que nunca más queramos encerrarlas”, asegurando que el “mascotismo” de animales silvestres se tiene que acabar en Paraguay.
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Día Mundial del Loro: ¿De dónde vienen los que la gente tiene como mascotas?
Un primer paso para crear esta conciencia es preguntarnos de dónde vienen esos loros que se venden por la calle y que la mayoría compra como mascotas. A esta pregunta, Recalde responde que “para obtener los pichones que se comercializan, los nidos son derribados talando los árboles donde se encuentran.
“Un alto porcentaje de los pichones muere ya en este primer paso, y muchos más mueren durante el proceso de transporte y venta, se calcula que por cada loro que llega a las manos de una persona en la ciudad, nueve mueren por el camino”.
A esto, le suma el hecho de que “en cautiverio los loros usualmente viven muchos menos años y lo hacen de manera mucho menos saludable, algunos de los problemas más frecuentes son el picaje (arrancado de plumas) que realizan como una forma de automutilación debido a que las casas no son lugares adecuados para su salud -estrés-, así como hígado graso a causa de consumir semillas de girasol y comidas humanas”.
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¿Qué hacer si tengo un loro en casa?
La primera pregunta que surge ante esta realidad, es si ya tengo un loro en casa, ¿debería soltarlo? Lastimosamente, la solución no es tan fácil.
“Una vez que están en cautiverio, para volver un animal a la naturaleza debe pasar todo un proceso de rehabilitación, que debe realizarse con criterios profesionales. Liberar un loro mascota al ambiente natural no solo es malo para él, también es malo para otros individuos silvestres del área, que pueden ser contagiados por numerosas enfermedades que pueden adquirir los animales en cautiverio”, asegura Recalde.
Entonces, ¿qué es lo que puedo hacer? A esto, Recalde responde que lo primero es no volver a adquirir otros. Si ya se tiene un loro en casa, lo correcto es informarse sobre su cuidado correcto con un veterinario especialista en fauna , y si es una especie amenazada -como los guacamayos- pensar en la posibilidad de donarlo a proyectos de conservación.
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¿Cuáles son las amenazas que tienen en Paraguay?
Al respecto de los peligros que corren estas especies, Óscar Rodríguez, asegura que de las 24 que viven actualmente en nuestro país, 10 de ellos se encuentran bajo algún rango de peligro de extinción, y que ya hemos extinguido a una de ellas, al Guacamayo Violáceo.
Rodríguez recuerda que la extinción de una especie es en extremo dolorosa, porque es para siempre. Asegura además que estamos a punto de extirpar de nuestro país -extinciones regionales- a otras 3 especies, lo que significa que las extinguiremos del Paraguay, y aunque estarán presentes en otros países de la región, ya no estarán en nuestro territorio, algo que nos debe llamar a la reflexión.
Rodríguez señaló que “el departamento de nuestro país con más especies de loros es Concepción, aunque lastimosamente y muy sigilosamente, un gran peligro se cierne sobre estos animalitos, y es que se pretende instalar una de las plantas papeleras más grandes de Sudamérica en Concepción”.
El experto aseguró que “además de ser una de las industrias más contaminantes, demandará una enorme cantidad de materia prima, en este caso el Eucalipto, especie introducida que ya se está plantando en cantidades industriales y está devastando los ecosistemas naturales del departamento de Concepción y otros sitios del Paraguay que sin dudas pondrá en riesgo a muchas de estas especies y otras más”
Señaló como un ejemplo al “Gua’a Hovy (Guacamayo Azul) que ya cuenta con una última población silvestre de no más de 5 parejas habitando en Concepción”.
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¿Cómo disfruto de estos animales sin tenerlos en cautiverio?
Ambos profesionales aseguran que la mejor manera de disfrutar de los loros y las demás aves silvestres es observando a las aves en libertad, “saliendo a utilizar nuestras áreas verdes urbanas y reservas naturales publicas, participando de actividades que las protegen y mejoran, y apoyando organizaciones que trabajan en la conservación de la fauna silvestre”
Recalde señaló, por ejemplo, que una de las organizaciones que trabaja localmente es Conservation Parrots Paraguay así como La Ruta del Gua’a”.
Además, “la Itaipú Binacional lado paraguayo está también desarrollando el Proyecto Canindeyú, que busca devolver a su hábitat a los guacamayos azul y amarillos (Canindé) que dieron originalmente su nombre al departamento”, concluyó.