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En 1983, Pilar experimentó una inundación devastadora debido a las intensas lluvias y a la crecida del río Paraguay. El desbordamiento del río Paraguay y el arroyo Ñeembucú causó la inundación de gran parte de la ciudad y sus alrededores. Miles de personas resultaron afectadas y numerosas viviendas, infraestructuras y cultivos fueron dañados o destruidos.
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La inundación fue parte de una serie de eventos climáticos extremos que afectaron a varias regiones del Paraguay. Se registraron niveles récords de precipitaciones y la crecida de los ríos provocó el desplazamiento de miles de personas en todo el país.
El periodista, historiador y docente jubilado Mauricio Acosta recordó aquella tarde de la inundación cuando las aguas ingresaron hasta el centro de la ciudad.
“La magnitud de la inundación obligó a la Manufactura Pilar a parar sus sistema de usina eléctrica por precaución y por ende obligó a que la única radio en aquel entonces ZP 12 Carlos Antonio López a cortar su transmisión. Sólo el sacerdote Federico Schiavon (+) recorría la ciudad con una embarcación y nos alentaba a no rendirnos ante aquella adversidad y allí surgió su famosa frase: Pilar no muere” recordó.
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Mencionó que en aquel entonces las autoridades locales y nacionales implementaron operativos de rescate y brindaron asistencia humanitaria a los afectados. Resaltó que se establecieron refugios temporales para alojar a las personas desplazadas y se coordinaron esfuerzos para brindar alimentos, agua potable, atención médica y otros suministros necesarios.
Mauricio Acosta recordó que en el lugar más alto de la ciudad se instalaron carpas para que los alumnos asistan a las clases y que así lo hicieron hasta que las aguas regresen a su caudal normal.
Las inundaciones en nuestro País, incluyendo la de Pilar en 1983, han sido recurrentes a lo largo de la historia debido a su ubicación geográfica y a la influencia de los ríos Paraguay y Paraná. Estos eventos climáticos extremos suelen tener un impacto significativo en la población y la economía de la región.
Instalan la primera motobomba
Coincidentemente con la fecha de inundación de la ciudad de Pilar, el consorcio CTC encargada de la primera fase de la defensa costera, instaló la primera motobomba en la estación central de bombeo sobre el arroyo San Lorenzo que permitirá desagotar rápidamente la ciudad en caso de que se registre una gran lluvia, como ocurrió en el año 2019.
Los trabajos continuarán mañana con la instalación de las compuertas. El trabajo de la Fase A está llegando a su etapa final mientras tanto se espera el llamado a licitación para la fase B y C por parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) para seguir con las obras de la defensa costera.