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Efectivos de la Policía Nacional realizaron una intervención en la Reserva Natural de Edelira, asiento de la Base Aérea “Aviadores del Chaco”, ubicado en el distrito de Edelira, departamento de Itapúa.
El comandante de la base aérea, Tte. 1º Néstor Ruiz Díaz, presentó una denuncia ante la comisaría de Edelira por atropello y acoso, señalando que los campesinos que invadieron un sector del inmueble, propiedad de la Fuerza Aérea Paraguaya, impidieron preparativos para reforestación del lugar.
Según consta en el acta policial, los efectivos de la Fuerza Aérea confirmaron que iniciaron preparativos para reforestar un sector que había sido desmontado por los campesinos.
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Expresa el documento: “Se menciona la realización de movimiento de suelo para plantación de especies nativas dentro de la propiedad de la base aérea”.
La tarea de reforestación tiene como objetivo paliar la deforestación causada por la invasión campesina dentro de la reserva natural creada por Ley 3415 del 11 de noviembre de 2007.
A la llegada del personal policial estaban dentro de la propiedad un grupo de campesinos, liderados por Justo Venialgo Armoa, quienes no permitían los trabajos de preparación de suelo para reforestación.
El acta policial expresa: “Se encontraba un grupo de personas que no permitieron al personal militar la plantación en el lugar diciendo que tienen cultivadas sus parcelas de soja y maíz”.
Agrega: “Los campesinos mencionan que tienen un derecho de ocupación firmado por el Indert que autoriza a ocupar dicha propiedad”. No consta la presentación de tal documento.
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En medio del incidente, un campesino no identificado aún lanzó una grave advertencia contra la Tte. Liz Rodríguez, subcomandante de la base aérea. Según la denuncia presentada ante el Ministerio Público, se amenazó con tomar represalias contra su hija lanzando la siguiente expresión: “Sabemos bien que tu hija entra en la escuela, mañana mismo vas a saber sobre ella alguna cosa”.
La expresión en guaraní fue la siguiente: “Roikuaa reguerekóha nde memby escuelape, ha reikuaata chugui alguna cosa ko’eramoité”.
Intervención de la fiscalía ambiental
En la mañana de ayer, miércoles, la fiscala ambiental de Itapúa, Angelina Arriola, junto con el agente fiscal Walter Lugo, llegaron hasta la Reserva Natural de Edelira para realizar una inspección ocular del área deforestada por los invasores.
La comitiva del Ministerio Público incluyó al fiscal del Ministerio del Ambiente, Juan Vicente Leiva; al ingeniero Darío Giménez, responsable del Instituto Forestal Nacional en Itapúa; y al funcionario Lizardo Núñez, del Indert.
Se constató la deforestación de un sector de la reserva natural, que es precisamente donde los efectivos de la Fuerza Aérea pretenden realizar la reforestación con especies nativas.
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Los campesinos llegaron hasta el lugar de la inspección ocular y reclamaron el derecho de ocupar el sitio. La fiscala ambiental, así como los otros funcionarios, dejaron en claro que el Estado paraguayo es responsable de la protección de una reserva natural y que no pueden permanecer dentro del área.
“La ley no les permite reclamar tierras que integran un área protegida”. fue tajante la fiscala ambiental al señalar que la Reserva Natural de Edelira no es objeto de la reforma agraria.
Reclaman el derecho de tumbar árboles
La Reserva Natural de Edelira, asiento de la Base Aérea “Aviadores del Chaco”, ocupa una superficie de 952 hectáreas; constituye el último bosque continuo del distrito de Edelira.
La superficie inicial del inmueble de la Fuerza Aérea Paraguaya era 1646 hectáreas. En noviembre de 2004 se entregaron 692 hectáreas a los campesinos. Y en abril de 2019 otras 135 hectáreas, destinadas a 70 familias.
El dirigente Justo Venialgo Armoa ahora reclama 170 hectáreas más de tierra, dentro del área protegida. Sostiene que son pobres “y tenemos derecho a entrar en el monte”, obviamente buscando la venta de madera.
La fiscala ambiental Angelina Arriola negó en forma tajante la posibilidad de entrar en el monte a tumbar árboles que integran el área protegida.