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Esta mañana, un equipo de la Municipalidad de Asunción se constituyó hasta el refugio de la Costanera, ubicado detrás de las conocidas “casitas de colores”, para realizar una intervención ante denuncias de los pobladores. Los damnificados reclamaron que hay varias casitas que están abandonadas y cargadas de materiales que deberían destinarse a otras familias afectadas por la crecida del río Paraguay.
Édgar Estigarribia, administrador de la Dirección de Riesgos, destacó que esta mañana iniciaron la fiscalización en las casetas que están deshabitadas y prometió que todas van a ser desarmadas para redestinar las chapas y maderas a otras familias en los diferentes refugios de la comuna capitalina.
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Contó que el supuesto habitante de esa casa se constituyó en la mañana pero no quiso hablar con los funcionarios municipales, por lo cual decidieron iniciar la fiscalización, reportó la cronista de ABC Yehimy Alison.
El refugio sigue inundándose
Por otra parte, las familias damnificadas reclamaron que el refugio sigue llenándose de agua con cada lluvia. Los pobladores lamentan que ni las “canaletas” hechas por la comuna capitalina sean suficientes y que todas sus cosas se mojan durante cada tormenta. Los afectados llevan más de un mes pidiendo soluciones.
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“Corrimos del agua y nos pusieron donde hay agua otra vez”, lamentó una de las mujeres afectadas por la situación. Las familias contaron que colocan chapas, piedras y rellenan con arena como pueden la base de las precarias casitas de madera, pero nada es suficiente para atajar el ingreso del agua.
Por ese motivo, todo lo que pueden colocan sobre palets o algún tipo de base para evitar que los electrodomésticos se dañen. “Después de las lluvias tenemos que sacar todo al sol; hasta nuestros colchones se mojan”, lamentó otra madre de familia.