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Peso y talla de los niños de Bañados son las metas que se impone Silvana Rotela, nutricionista de la Fundación Conin Paraguay, quien trabaja con chicos de 0 a 5 años, algunos con síndrome de Down y retraso en el desarrollo.
El Club de embarazadas Tekove, reúne semanalmente a mujeres de 16 a 40 años en promedio, con el único requisito de traer la constancia de su control prenatal. Lamentablemente, muchas son adictas y alcohólicas.
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Rotela les habla a las madres del “oro ku´i: la leche materna, la buena alimentación, la crianza, el apego de la madre con el niño.
Ellas aprenden también a bañar a un bebé, y de paso comentan sus vivencias.
Peso y talla de los niños, los temas de los talleres
En los talleres una obstetra orienta acerca del embarazo. Y la nutricionista da charlas sobre la nutrición saludable, la importancia de la lactancia. La nutrición óptima de la madre y el niño.
Estas mujeres llevan algo en sus manos, porque la Fundación Conin Paraguay les entrega leche en polvo, huevos, arroz, frutas, sin ningún costo. Vienen por estos regalos pero también porque hay buena atención y se sienten contenidas.
Las madres vuelven a las consultas. Se les hace un seguimiento, se llama a las mamás, y si no responden van a visitarlas.
Peso y talla de los niños en el Bañado Norte
La evaluación de peso y talla son algunos de los objetivos de estos programas. Si el chico no se encuentra enfermo pasa a sala.
La rutina incluye la canción de la bandera, mientras ellas van a talleres de cocina, los derechos y las obligaciones, o aprenden un oficio. Tejen ñandutí, tienen clases de panadería y confitería, peluquería, manicura, jardinería, y confeccionan bolsones.
Los chiquitos de 0 a 6 meses se quedan con las profes de sala los lunes donde reciben estimulación temprana. Los miércoles vienen los que ya tienen 1 a 3 años y realizan actividades de 7:30 a 13:00.
El jueves por la tarde en el centro de Tablada en Bañado Norte se reúnen las embarazadas, de 14:00 a 15:00.
En el Bañado Sur
Los martes y jueves de mañana , de 7:30 a 13:00, los chicos y las mamis llevan un bolsón de poroto, harina de maíz, fideos, arroz, azúcar, lentejas, avena o maní ku’i, aceite de canola, sal y huevo que tiene un costo de G. 5.000. Si puede paga o se exhonera si no pueden.
También llevan leche entera para ella si da de mamar. Si el niño no puede tomar la leche de su mamá (por adicciones), aparte lleva leche de fórmula, que puede ser hidrolizada, sin lactosa, o anti reflujo.
Y las enseñanzas siguen: incorporan la buena costumbre de lavarse las manos, mantener limpias las uñas, aprenden a desinfectar y preparar las mamaderas, porque la limpieza es innegociable.
Rotela menciona que acuden niños con mucho déficit de hierro, y por ello es necesario hablarles de los alimentos que lo contienen como la carne vacuna y los vegetales de color verde oscuro. Es importante que incorporen a su canasta acelga, apio, y berro.
Qué evitar y qué seleccionar
“En el taller practicamos con la cocinera cómo preparar alimentos en la casa, evitando conservas, que las comidas no sean aceitosas, con grasa”, remarcó.
Y aconsejó “evitar embutidos y frituras. Luego de los seis meses la alimentación del lactante será normal. Los alimentos primero en forma de puré y luego trozos pequeños, blanditos”.
“Hablamos de las frutas, hay que aprovechar las de estación, pero también insistimos en que no es bueno obligar con la frase `come porque te voy a pegar’ .
Hay que incentivar con frases como “qué rico, muy bien, que guapito, jugar con el niño para que alimentarse sea un momento agradable”.
Realidad grave de la niñez
Además del peso y la talla el pediatra mide el perímetro cefálico. “La desnutrición incide en una talla baja a futuro, se puede llegar a un peso óptimo con el tiempo, pero la talla ya queda baja”.
Los bebés que llegan aquí tienen mucha desnutrición en estado grave, una realidad que tiene que ver con educación y economía.
Y hablando de economía hubo un bajón después de la pandemia, ya que muchas empresas dejaron de realizar las donaciones, pero la Fundación Conin Paraguay sigue trabajando en este proyecto.
Estimulación temprana
Karina Echeverría, hace 10 años que trabaja aquí como encargada de desarrollo y estimulación temprana. El objetivo es lograr antes que nada el vínculo entre la madre y el niño, jugando, cantando, hablando con simpatía.
Recordemos que el agua potable no es un servicio con el que cuentan estas personas, muchas de ellas necesitan higiene. Aquí se les brinda el champu, jabón, toallas y bañeras limpias. Vienen con una muda de ropa, y si no tienen se les da.
Desayunan avena con leche y rosquita o pan blandito y mani ku’i, dependiendo de la edad del niño.
Los bebés y sus mamis practican gimnasia en colchoneta, alfombras, boca abajo, boca arriba, bicicleta con juguetes, con sonidos para que busquen y fijen la mirada.
Ejercicios y emociones
“Si entre los ocho a nueve meses aún no se sienta fortalecemos con ejercicios, también en posición de gateo, bicicleta porque muchos permanecen en baby seat”, relató Echeverría.
Los más grandecitos juegan con plastilina, pintan y hacen regalitos con juguetes reciclados o toallas adornadas.
La fonoaudióloga y psicopedagogos también inciden en este cambio de vida para estos niños, muchos de ellos en estado de vulnerabilidad, por adicción, maltrato, violencia, pobreza extrema.
“La sensación es de piri -piel de gallina- cuando al cabo de un tiempo el chico está gordito. Al darle su alta la sensación es única. Ni que decir cuando recibimos un mensaje de una mamá que pasó por aquí con su hijo y nos muestra que ya sabe leer, pasó de grado. Es un logro inmenso”, culminó la nutricionista.