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El local, considerado en el departamento de Caazapá como un “elefante blanco”, se encuentra en la compañía Loma Clavel, sobre la ruta PY08, a pasos del cruce que lleva al aeródromo de ese distrito y como a tres kilómetros de la zona urbana.
La construcción del edificio estuvo a cargo del Consorcio M y G, representado por Julio Mendoza Yampey, con una inversión de G 19.800.577.440. El presupuesto inicial fue de G. 18.500 millones.
Días atrás, el actual fiscal general, Emiliano Rolón, visitó el local abandonado e indicó que la obra para la sede central de Caazapá lleva varios años de atraso y su culminación es una prioridad. Sin embargo, según los datos, el local está semiterminado, inclusive ya cuenta con licencia ambiental y el problema principal para su habilitación sería un conflicto familiar por el terreno donde fue construido el edificio por parte de los antiguos propietarios.
Emiliano Rolón dijo que culminar esta edificación será de suma importancia para el Ministerio Público, ya que dotará de nuevas oficinas, a más de brindar comodidades tanto al funcionariado como a la ciudadanía que acude en búsqueda de un servicio acorde a la excelencia, para lo cual la fiscalía trabaja sin pausa.
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El edificio, que se encuentra en la compañía Loma Clavel, tiene dos niveles, cuenta con oficinas para 12 unidades penales, dependencias para denuncias penales, zona para administración, área para fiscalía adjunta, salones multiuso, oficina para fiscal delegado, relatores y asistentes fiscales. Cuenta con 5.300 metros cuadrados de construcción.
Según los datos, el problema principal para su habilitación sería un conflicto familiar entre los antiguos dueños del terreno, que es una herencia. Sin embargo, uno de los propietarios con quien nos comunicamos solicitó que no se publique su nombre a raíz de que la negociación para solucionar el problema está bien encaminada.
Mientras, el local para el Ministerio Público permanece sin uso a raíz del problema con el terreno. La fiscalía de Caazapá funciona en local alquilado. En julio del año 2020, una dependencia de la fiscalía de Caazapá se desplomó, causando heridas a dos funcionarios. En aquella oportunidad se vinieron abajo parte de una pared y el machimbre del cielorraso. El local es un edificio antiguo y está en muy mal estado.
En marzo último, la Fiscalía se mudó a otro local alquilado que está estructuralmente en mejores condiciones. El nuevo local está sobre la avenida principal de la ciudad de Caazapá y, llamativamente, la administradora de la Fiscalía local, Adela Sarubbi Zacarías, señaló que no maneja el monto del alquiler ni los otros detalles y se comprometió a averiguar quién es el responsable pero, pese a la espera, no cumplió.