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Desde su arresto en el huerto de Getsemaní, Jesús fue interrogado por judíos y romanos. Camino a cada uno de estos lugares fue azotado duramente por los soldados, que iban preguntando: ¿Dónde estaba su Dios?. Jesús no respondió a ninguna ofensa. Él debía cumplir lo que estaba escrito. Morir por los pecados de la humanidad para salvar a los humanos.
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Fue llevado frente a Poncio Pilatos, y este le preguntó: ¿Cuál era su crimen?. Al no hallarlo culpable, se lavó las manos y pidió a los soldados que sea entregado a los judíos para que decidieran su destino. Entre la muchedumbre, preguntaron si era merecedor de su libertad. Frente a Barrabás, un conocido bandido de ese entonces, fue elegido, y el Rey de Reyes fue condenado a morir por algo que no cometió.
Durante las estaciones el hijo de Dios padeció humillaciones, fue escupido en su rostro, sintió tanto dolor, y fulminantes caídas. Se entregó en cuerpo y alma, y sintió en carne viva lo que cualquier hombre sentiría.
Los látigos marcaron su cuerpo, y fue merecedor de una corona de espinas, que cruelmente los soldados romanos colocaron encima de su cabeza. Fue despojado de su ropa, y se burlaron de él diciendo que el atuendo que llevaba no era propio de un Mesías.
María, la madre de Jesús, estaba de pie cerca de la cruz. El apóstol Juan también estaba allí, y la acompañó constantemente.
Antes de morir, Jesús le pidió a Juan que cuidara de su madre. Cuando bajaron a Jesús de la cruz, la madre de Jesús lo abrazó, secó su cuerpo, acarició el cuerpo de su hijo, y se despidió con un desgarrador dolor.
Juan, que había prometido cuidar de ella, llevó a María a su casa.
Finalmente el cuerpo de Jesús fue retirado y llevado al sepulcro. De allí de acuerdo a la creencia al tercer día resucitará, y volverá para que aquellos que no hayan creído en él, puedan creer en el inmenso amor que tuvo, tanto que murió por todos los seres humanos.
Esta puesta en escena será repetida esta noche a partir de las 18:30 en la Catedral de San Lorenzo. Los mismos actores darán la oportunidad a las personas que no pudieron asistir a la dramatización realizada en la Parroquia Domingo Savio a verla nuevamente, pero en un horario diferente.