Cargando...
Una multitud de creyentes participó de la misa del quinto domingo de Cuaresma, presidida por el obispo de la Diócesis de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela. El prelado reflexionó sobre la realidad del Paraguay y dijo que hoy en día hay muchas personas con altos cargos que gozan de la impunidad. “Esas son personas que han elegido el mal camino”, afirmó.
“Ellos viven como si fuera que nunca van a rendir cuentas al pueblo y a Dios por todos los daños que han hecho, pero eso no es así”, reflexionó. “Sin embargo, la historia del ladrón nos dice que todavía hay esperanza para estas personas si es que optan por la conversión”, agregó.
Resaltó que vivimos una actualidad lamentable porque “las personas con altos cargos son las primeras que envían a la desgracia a tanta gente y no se dan cuenta de que ellos mismos ya están en una horrible desgracia. Ellos han elegido ese camino, el camino del mal”, expresó.
En ese contexto instó a la feligresía católica a seguir en la misión de trabajar por la resurrección. Destacó las frases: “Quien a hierro mata a hierro muere” y “Con la medida que tú mides serás medido”.
La importancia de la familia
El obispo Valenzuela también habló sobre la importancia de la familia y dijo que muchas veces las personas viven una muerte espiritual. “¿Cómo se puede hacer para resucitar esta tarde y en los próximos días a un muerto espiritual?”, se preguntó ante cientos de personas que acudieron a la Basílica para participar de la celebración eucarística.
Mencionó que si tenemos a un papá, una mamá o a unos abuelos arrinconados en la casa o en algún asilo debemos ir a visitarlos porque es muy importante demostrar el afecto al prójimo y hacer las visitas a las personas que muchas veces “no tienen la motivación” para estar vivas. “Esa visita que hacemos puede devolver las ganas de vivir de una persona”, dijo el religioso.
Así también, refirió que en las familias hay que cuidar las palabras para no herir a nuestros seres queridos, porque las familias se disuelven por los conflictos ocasionados por insultos. “Cuántas humillaciones padecen las mujeres por sus esposos. Es una pena todo lo que tienen que sufrir”, expresó.
En prédica también exhortó a cuidar al hijo alcohólico o drogadicto. Dijo que allí es cuando hay que poner todo el amor, esfuerzo y empeño posible para salir adelante. Resaltó que hay un estado de muerte el cual nos puede llevar a un estado de pecado mortal y esa es la muerte del alma.
Finalmente, instó a los feligreses a caminar con atención por la vida y si nos encontramos por un mal camino retroceder con convicción. “Ánimo, que tenemos mucho que hacer en esta vida. Vamos a rescatar y orar por los muertos del corazón”, expresó monseñor Ricardo Valenzuela.