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Los vendedores de pescado de la zona de Remanso y alrededores, que ya se ven fuertemente afectados por la crecida del río que inundó gran parte de sus puestos, soportan ahora la merma en la comercialización de sus productos.
Así sostuvieron algunos, quienes coinciden en que esta situación guarda relación con la mortandad de peces que se registra en determinados puntos del río. Al respecto, Vicente Báez, vendedor mayorista de pescado, contó que desde hace unos días ya siente la baja en sus ventas porque sus clientes dejaron de hacerle pedidos.
Asimismo, Atanasia Galeano, otra de las vendedoras, manifestó su preocupación debido a que existe un “temor generalizado” del tema que hace que clientes no acudan como antes a la compra de pescado.
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En ese sentido, pide que las autoridades del Mades les acompañen y ayuden para informar a la ciudadanía que el stock que disponen es apto para consumo. “Los ejemplares que tenemos no están contaminados, eso queremos aclarar”, indicó la afectada, quien alega que a falta de mayor información se da una confusión en el mercado.
Señalaron que el pescado que tienen en venta no fue extraído de las zonas donde se da la mortandad actual y que corresponde a un lote adquirido con antelación de otros puntos del país.
En ambos casos, comentaron que todavía tienen un volumen importante de pescado para comercializar por lo que temen quedarse con el “clavo” si sigue cayendo la venta. Afirmaron que el precio por kilogramo de surubí, pacú, dorado, mandi’i y otros se mantienen. No obstante, esperan que el panorama mejore en los próximos días y tengan nuevamente un buen tráfico de clientes.
