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Adriana Sartorio es profesora asistente de enseñanza en la Universidad Estatal de Arizona. Finalmente, luego de un largo recorrido que la llevó a establecer su vida en EE.UU., no olvida sus raíces y quiere retribuir al Paraguay aquello que el país le pudo brindar. Con su proyecto “Ellos son nuestros padres” buscará colaborar en los trabajos de exhumación, excavación e investigación de una fosa común que contiene víctimas de la dictadura.
Adriana relata que este viaje comienza cuando una tarde tiene una charla reveladora con su padre. Él, estudiante del Colegio Cristo Rey, en la década de los 70, sufrió en carne propia, lo que representó vivir en un régimen dictatorial y represivo. Una mañana del año 1976, la policía stronista irrumpe en una de las aulas del Cristo Rey, y a la fuerza se lleva a 3 jóvenes para “averiguaciones”, entre ellos estaba el padre de Adriana.
“Él era como todo joven a la edad de 16 años, rebelde, y en ese momento cometió el error de hablar”, cuenta Adriana. La historia tiene un final relativamente feliz, ya que el padre de Adriana fue liberado 40 días después, pero debió continuar su vida en otro país por la amenaza del gobierno de facto que ya puso un ojo encima a la familia Sartorio.
“Es ahí cuando siento la necesidad de que algo tengo que hacer para que todo lo vivido no se olvide y no quede simplemente como un mal recuerdo”, reflexiona. Y es así que decide seguir sus estudios en los EE.UU., profundiza sus conocimientos en las ciencias forenses y después de muchos años se le presenta una oportunidad.
En el camino establece una relación profesional con Katelyn Bolhofner, profesora asistente de Antropología Forense, a quien ella cuenta su historia y su propósito de ayudar en el trabajo a Rogelio Goiburú, director de Memoria Histórica del Ministerio de Justicia, quien lleva adelante los esfuerzos buscando a los desaparecidos en nuestro país.
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Y así nace el proyecto “Ellos son nuestros padres”, que tiene por objetivo implementar un enfoque antropológico para la excavación en un esfuerzo por identificar a las víctimas del régimen stronista.
Adriana contactó con Goiburú y ya está definido el trabajo que llevarán adelante a finales del mes de julio en una fosa común que contiene víctimas en la ciudad de Lambaré. Serán aproximadamente dos semanas en principio, pero con la intención de que la ayuda y colaboración pueda extenderse y de esta forma “no dejar que los desaparecidos queden olvidados”.