Cargando...
El aumento de los casos de chikunguña, que suman poco más de 4.000 hallazgos por semana, se ve reflejado diariamente en los establecimientos dependientes del Ministerio de Salud Pública (MSPBS). En Asunción, cientos de pacientes acuden hasta los hospitales de referencia buscando atención sanitaria.
Lea más: Epidemia de chikunguña suma 43 fallecidos y 40.984 casos en el país
En su mayoría, quienes requieren de la atención de un médico llegan hasta el establecimiento de salud con fiebre, cefalea y dolores articulares. Otros ya acuden con notaria deshidratación.
Las excesivas horas de espera y la floja asistencia que brinda el personal de salud, es motivo de quejas entre los pacientes.
Durante un recorrido realizado por ABC, los pacientes denunciaron que pese a la gravedad de algunos casos, la espera mínima es de 3 a 4 horas.
“Son las 11:00 y todavía no nos atienden. Le traje a una familiar que llegó desmayada por chikunguña, pero acá seguimos, esperando”, se quejó una paciente que llevaba casi 4 horas aguardando en el Hospital San Pablo.
Lea más: Chikunguña: ¿existe la posibilidad de una nueva variante?
“Hay un solo médico atendiendo y apenas recetan paracetamol. Se viene a consultar porque es obligatorio presentar un justificativo médico laboral nomás”, dijo Liz Montiel.
La mujer llevaba más de tres horas esperando, mientras sostenía la cabeza de su amiga Salomé, que apenas se mantenía estable mientras aguardaba la atención de un médico.
“Ella (su amiga) no aguanta más. Desde las 8:00 que estamos esperando. Está con mucho dolor de cabeza, fiebre y dolor muscular”, relató.
Unos 200 pacientes con chikunguña por día
A diario, en los hospitales se está atendiendo a un mínimo de 200 pacientes con síntomas de arbovirosis, contó por su parte el licenciado Elpidio Acosta, del Hospital Materno Infantil Santísima Trinidad.
Una situación similar se vio en el Hospital General de Barrio Obrero, donde los pasillos estaban esta mañana llenos de gente que esperaba la atención de un médico. A la par, un grupo de adultos ocupaba sillones mientras eran hidratados con suero.
En ese establecimiento de salud, los pacientes también se quejaron por la lentitud en la atención.