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Las obras de reparación de la escuela se encuentra paradas y no han avanzado desde que se demolió el anterior techo de cuatro aulas por riesgo de derrumbe.
La escuela básica N° 1541 “Nueva Esperanza”, del barrio Chaipe de esta ciudad, fue beneficiada con la adjudicación de obras para reparar aulas con riesgo de derrumbe del techo, el año pasado, a través del Fonacide administrado por la Municipalidad de Encarnación.
En diciembre del año pasado iniciaron las obras y hasta el momento siguen inconclusas. Un promedio de 780 estudiantes acude a la institución que es la única escuela pública de la comunidad.
Preocupadas por la situación exigen que se avancen con las obras porque hace muchos años que tienen esta necesidad, sin embargo, ahora que hay presupuesto para las mejoras, las obras no prosiguen.
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Las obras están en tiempo, afirman
El director de Fonacide de la Municipalidad de Encarnación, Venancio Zárate, que asumió el puesto hace unos 15 días, explicó que la obra está en tiempo, que se debería entregar dentro de dos meses, incluso explicó que por situaciones adversas, la empresa adjudicada puede solicitar una prórroga para entregar la obra.
Estiman que la ejecución de los recursos del Fonacide del año anterior fue baja, también sostuvo que realizan los monitoreos y el control para que la obra concluya dentro de los plazos estipulados.
Más de G. 913 millones del Fonacide están asignados para la obra, que las madres dicen que no se ve en avances, y al igual que el año pasado, muchos niños y jóvenes no tienen un aula, por lo que algunos grados comparten lugar y los que no, desarrollan las clases en el polideportivo de la institución.
Explicaciones a las autoridades
Alegan que incluso ante el temor de que pudiera ceder la estructura, el año pasado no se utilizó el pabellón y acordaron terminar las clases en noviembre, para dar tiempo a que iniciaran las reparaciones.
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Las obras siguen inconclusas
El director de la dependencia municipal alega que hicieron más de lo acordado, porque “ultimaron esfuerzos” para culminar las dos aulas entregadas antes de inicio de clase, que corresponden a otro pabellón que está dentro del paquete. Las mismas son utilizadas por necesidad, a pesar que no se hayan culminado y entregado como está acordado en las concesiones de las obras.
Las madres mencionan que estas aulas no poseen pizarras y tampoco las instalaciones de acondicionadores de aire que figuran en los acuerdos, por lo que también exigen que se cumplan con las condiciones que habían prometido.
“Muchos estudiantes desertaron” decían ante el miedo de los padres de enviar a sus hijos y exponerlos a un posible derrumbe; ahora, está el peligro latente de la obra inconclusa que además no posee una delimitación segura.
El encargado municipal del área resaltó que solicitaron que se tomen las medidas de seguridad necesarias teniendo en cuenta que ya iniciaron las clases y reafirmó la promesa de que concluirán las construcciones para junio de este año a más tardar.