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El factor climático juega en contra de los productores en esta zona del país. Existen dos factores con que los agricultores y tamberos deben lidiar cada año: la sequía y la crecida.
Es increíble como en esta rica zona de los humedales, la sequía se encarga de arruinar todo, mientras que por otro lado, la crecida del río Paraná pone en apuros a los pobladores que viven en la rivera de la costa y en especial a los agricultores y pequeños tamberos.
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Desde ayer, los pequeños productores de tambo se ingeniaron en sacar a sus animales de los carrizales y de las islas en donde los ganados vacunos se alimentan. Aquellos que tuvieron tiempo lograron sacar a pie a sus ganados, mientras que otros tuvieron que evacuar en canoas, de lo contrario los vacunos se ahogarán.
Toda la costa del Paraná es utilizada por los pequeños productores como una especie de campo comunal en donde llevan sus animales para el pasteo. Sin embargo, con cada crecida del río Paraná padecen de la falta de espacio o algún potrero para que los animales puedan comer y beber.
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El concejal municipal de Cerrito, Ever Molinas (PLRA), explicó que la isla y los carrizales todo el tiempo son utilizados como campos comunales, en donde los dueños de animales vacunos llevan a sus ganados al lugar por contar con grandes extensiones de pastos y en donde los animales pueden alimentarse sin que nadie los moleste.
Celia Candia, pequeña productora de tambo, dijo que ahora tienen muchos problemas, teniendo en cuenta que los piquetes están secos y no hay agua en los tajamares para dar de beber a los animales.
“Ahora estamos con problemas. No tenemos ayuda de las autoridades no hay maquinarias para hacer pozo. Los tajamares están secos y tampoco hay pasto. No sabemos cómo vamos a solucionar este problema”, se lamentó la mujer
Agregó que en la isla muchos agricultores sembraron mandioca, maíz y poroto, y con la crecida se echó a perder todo. ”Siento por los agricultores que tienen sus plantaciones, maíz, mandioca y poroto en la isla. Con la subida del agua se echó a perder todo, pero lo que más duele es que ninguna autoridad viene a ver la realidad para pasarle la mano”, indicó.
Cerca de 60 familias de pequeños productores son las que se encuentran en esta difícil situación y aún no fueron asistidas por las autoridades locales, departamentales y nacionales.