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CARMEN DEL PARANÁ, Itapúa (Juan Augusto Roa y Sergio González). En la primera sesión ordinaria de la Junta Municipal de esta ciudad realizada el lunes 23 de enero, finalmente fueron entregadas las copias de contratos de concesión directa por cinco años de las playas Pirayú y Tacuary, no así el de la Ybycuí. Revela que los contratos son totalmente leoninos.
En el caso de la playa Pirayú aparece como concesionario el ciudadano español Xabier Basterretxea Esnaola. De acuerdo con el convenio, la administración municipal, a cargo del intendente Germán Gneiting (colorado cartista, pariente de cuestionados políticos de la zona), recibirá apenas G. 1.500.000 mensuales en temporada alta que dura cuatro meses, desde diciembre hasta marzo, y G. 200.000 mensuales durante la “temporada baja”, de abril a noviembre (ocho meses). En un año abonará 7.600.000 y G. 38 millones en cinco años.
El concesionario de la playa Tacuary, Pablo “Willy” Ávalos, pagará a la Municipalidad G. 2 millones mensuales en la temporada veraniega y G. 500.000 fuera de esa época. En este caso en total generaría G. 60 millones en cinco años.
Por la concesión de dos playas en cinco años la Comuna recibiría en total G. 98 millones.
Los contratos fueron formalizados en diciembre del año pasado, pero recién el 23 de enero ingresaron a la Junta Municipal. Habrían sido remitidos luego de los cuestionamientos en diversos sectores tras las críticas generadas en redes sociales por los costos impuestos a los veraneantes en un sector “Vip”, creado en la playa Pirayú.
En cuanto a la playa Ybycuí el “misterio” sigue rodeando al contrato de concesión directa firmado por la Municipalidad con la empresa Itayaryi, representada por Nelson Jesús Oviedo Gamarra. La documentación que corresponde a este caso no fue entregada.
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Obras en playa Pirayú
En el año 2020, la Municipalidad de Carmen del Paraná gastó mediante la modalidad de contratación directa más de G. 160 millones para la realización de construcciones varias en la playa Pirayú. Ya en diciembre de 2022, mediante concesión directa la Comuna cede a un particular su explotación comercial por G. 7.600.000 anuales.
Ya entonces hubo serios cuestionamientos de ediles opositores por el poco transparente manejo del proceso de concesión, pero fueron ignorados tal como ocurrió con las denuncias en las cesiones de los 3 sitios de veraneo a finales del año pasado.
Reclamos de turistas y ediles
En un cartel instalado en la playa Pirayú por el concesionario, el ciudadano español Xabier Basterretxea Esnaola, figuran precios a cobrar por el ingreso al sector clasificado como “vip”, que provocó reclamos de algunos veraneantes.
Luego de la viralización de las quejas, la Junta Municipal y el intendente Germán Gneiting (colorado cartista) se vieron obligados a exhibir los contratos que hasta el 23 de enero eran guardados bajo siete llaves.
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Los montos consignados indican que para ingresar con bebidas se debe pagar G. 3.000 por cada envase; G. 5.000 por silla; G. 15.000 por sombrilla y G. 20.000 por cada toldo o carpa.
De acuerdo con las explicaciones del concesionario, esos cobros “tienen un fin más que nada de educativo”. El objetivo de sectorizar la playa es crear ahí un lugar exclusivo para la gente que quiera disfrutar de un sitio más tranquilo y relajado, expresó.
Los ediles Alcides Ayala (independiente), Mario Paniagua (PLRA) y Daniel Viveros (independiente) cuestionaron el manejo poco transparente de todo el proceso de concesión de la playa. De esa forma privaron de oportunidad a pobladores de la comunidad de participar del negocio de la explotación comercial de ese recurso turístico, según explicaron.
El proyecto fue ingresado un lunes y ese mismo día fue aprobado por una mayoría de nueve concejales colorados leales al intendente. “Emitimos un dictamen en minoría solicitando conocer los términos del acuerdo, que no tuvo efecto. Durante más de un mes dilataron el acceso al contenido del contrato, y finalmente, en la sesión del lunes 23 de enero tuvimos acceso al documento”, refirió el edil Ayala.
En declaraciones a ABC, Gneiting dijo que “por la proximidad de la temporada” y como “medida de urgencia” se firmaron los contratos de concesión de las tres playas con que cuenta la ciudad en forma directa.