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La mala atención y falta de insumos, fármacos así como también médicos, persiste en el Instituto de Previsión Social (IPS), según la denuncia de los aportantes del seguro social.
Los asegurados de la previsional reclaman constantemente la falta de médicos especialistas en diversas clínicas periféricas. Según las quejas, el problema se agrava cada fin de semana.
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IPS Campo Vía en Capiatá es uno de los establecimientos del seguro social en donde recurrentemente se oyen quejas por la cantidad limitada de profesionales de salud.
“Es un desastre. Ni sonda no quisieron cambiar porque la doctora que estaba en la urgencia no era pediatra, sino doctora familiar”, denunció Rosa Balbuena, quien requería de la atención de un médico infantil.
Otra asegurada, Mariana Zalazar, también criticó la falta de especialistas en la clínica de Capiatá al afirmar que “es cosa de todos los días” y que “ya se volvió costumbre” que no haya suficientes doctores.
Desde hace meses, los asegurados del IPS se quejan de la mala atención y falta de médicos en esa clínica. Pese a las constantes quejas, poco o nada han hecho las autoridades del seguro social.
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Los pacientes que acuden hasta el Puesto de Salud de Guarambaré también critican el déficit de profesionales.
“Un médico para cientos de pacientes. Es inhumano la espera con este calor”, lamentó Antonio Salinas, quien denunció a ABC que aguardó por más de cinco horas para ser atendido en el área de urgencias.
Mala atención en el IPS es general, dicen pacientes
La mala atención médica que brinda el IPS a sus aportantes es recurrente y en todos los establecimientos del seguro social según la queja de los asegurados.
“Faltan más médicos en las urgencias. Esta enfermedad de ahora (chikunguña) te ataca en las articulaciones y da fiebre; uno con el dolor que tiene no puede pararse ni sentarse. Deben hacer algo para acelerar la atención”, se quejó Esperanza Benítez, quien acudió hasta el área de urgencias del Hospital Central.
La asegurada contó que debió esperar demasiadas horas para ser atendida, pese a que su condición de salud no era buena.
Durante las últimas semanas, en el albergue del Hospital Central también se escuchan las quejas de los familiares que están al cuidado de sus seres queridos. En el lugar, apenas hay cuatro ventiladores y un bebedero que ayudan a soportar el intenso calor.
El sitio se vuelve un infierno para quien debe permanecer en ese lugar por varios días.