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La exportación de carne de pollo, sus menudencias y despojos, durante el año 2022 fueron de 9.529 toneladas por un valor de más de US$ 10,26 millones, cifras que representan un crecimiento del 38% en volumen y 91% en divisas, al comparar con los números del año 2021, cuando en dichos conceptos se enviaron al mercado internacional unas 6.900 toneladas por US$ 5,34 millones, según el informe del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), al cierre de diciembre último.
Además, si se toman los datos de 2020, las exportaciones de carne aviar, sus menudencias y despojos fueron aún menores: en total 6.415 toneladas por US$ 4,419 millones, cifras que fueron superadas ligeramente en el 2021 y mucho más ampliamente en 2022. Esto significa que se registró un crecimiento consecutivo.
Contrabando de pollo y huevo desde Argentina
Consultado respecto a la situación de toda la cadena industrial y productiva avícola, el vicepresidente de la Asociación de Avicultores el Paraguay (Avipar), Dr. Aníbal Romero, explicó que el incremento de las exportaciones avícolas se dio sacrificando utilidades, impulsado por el contrabando de productos avícolas que ingresan principalmente de la Argentina, pero también desde el Brasil.
Señaló que la producción de carne de pollo no creció, como se pudiera interpretar al ver los números de la exportación. Lo que ocurrió es que el contrabando aumentó y restó margen en el mercado local a la producción nacional, por eso se trata de enviar al extranjero los volúmenes sobrantes y desde ciertos volúmenes, se reducen costos y se logran ciertos márgenes, según lo explicado.
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Comentó que en la Argentina desde hace varias años se empezó a desarrollar más la avicultura y debido a la actual devaluación de su moneda y a la debilidad en los controles de nuestras fronteras permeables, es prácticamente imposible el combate a dicho flagelo. Eso pasa con la carne de pollo así como con el huevo, lamentó.
El vicepresidente de Avipar recordó también que desde el Puente de la Amistad, que une Ciudad del Este con la ciudad brasileña Foz de Yguazú, el tráfico de pollos y huevos brasileños hacia nuestro país suele darse normalmente en camionetas, autos, motos y hasta en bicicletas, sin mayores controles por parte de la Aduana, excepto cuando se denuncia por la prensa y endurecen los controles, pero solo por un tiempo, para luego quedar todo en la “normalidad”, nuevamente. Incluso, son transportados por vía fluvial, se quejó.
Contrabando: Falta voluntad política para combatirlo
El Dr. Aníbal Romero, del gremio Avipar, comentó que se requiere una verdadera voluntad política por parte del Gobierno para eliminar el ingreso ilegal a nuestro país de los productos avícolas y afines. Lastimosamente no se ve una real decisión política, porque el contrabando sigue perjudicando a los productores nacionales, indicó.
Dijo también que los productores avícolas no están en contra de los importadores que trabajan en forma legal y que cumplen con las normas vigentes. La producción avícola genera empleos a unas 5.000 familias en forma directa, sin incluir la industria y el comercio del ramo. Existen unas 4 millones de ponedoras y en parrilleros se faenan unas 155.000 aves por día.