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Durante media hora, el papa Francisco recibió al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a la primera dama, Silvana López Moreira, y a la delegación oficial que los acompañó.
En la visita, durante una conversación íntima, relajada y más bien informal, el Presidente le regaló al Santo Padre chipa, cocido, jaguarete ka’a, un termo de cuero, bombillas y otros objetos realizados por artesanos paraguayos.
Contento de recibir el obsequio, el papa Francisco les contó al Mandatario y a la Primera dama que se enamoró de la chipa hace algunos años, cuando un joven Jorge Mario Bergoglio trabajaba en un laboratorio. “Había muchos paraguayos, ahí conocí la chipa y ahí ya me enamoré”, relató el Santo Padre con su característica sencillez al hablar.
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Agradecieron por el primer cardenal paraguayo
Durante la charla, el Presidente de la República le agradeció al papa por la distinción de nombrar al primer cardenal paraguayo, Adalberto Martínez Flores.
El Papa también tuvo un detalle con los visitantes paraguayos. Les regaló una cerámica elaborada en los talleres del Vaticano y algunos de sus libros favoritos.
El Presidente, por su parte, se emocionó en un momento, y le confesó al Papa que su hijo guarda una carta que Su Santidad le había firmado, y que esta está encuadrada en la habitación del joven.
Posteriormente a esta emotiva cita, Mario Abdo se reunió también con el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin. Tampoco olvidó el regalo de este, y le obsequió una talla en madera de la Virgen.
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De salida de la importante reunión, la comitiva oficial paraguaya visitó los jardines del Vaticano para dejar un ramo de flores ante una imagen de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, que se encuentra en el lugar.
Por su parte, Mario Abdo Benítez y Silvana López Moreira se tomaron un tiempo para rezar ante las tumbas de Juan Pablo II y Benedicto XVI.