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Ante la gran cantidad de accidentes ocurridos en los últimos años en la zona de Pedrozo, Caacupé -algunos incluso en los últimos días- el Ministerio de Obras Públicas (MOPC) manifiesta que se trabaja en algo que, aseguran, forma parte del proyecto original de la obra de ensanchamiento de la ruta PY02.
Según explica el ingeniero Francisco Recalde, coordinador de la unidad ejecutora de proyectos estratégicos de ese Ministerio, está prevista la construcción de una rampa de frenado, una técnica utilizada en muchos países, la mayoría con topografía bastante accidentada.
Este tipo de infraestructura permite, explica el ingeniero, quitar un vehículo -principalmente aquellos de gran porte- que presente problemas en los frenos, para detenerlos con relativa facilidad.
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Pedrozo, zona de accidentes: “Falta finiquitar cuestiones de dominio”
Recalde asegura que su construcción está prevista y que si no lo hicieron antes es debido a que se construye fuera de la franja de dominio, por lo que se está trabajando en la expropiación de los lotes colindantes y una vez solucionado ese inconveniente, se construiría la rampa de frenado.
El ingeniero Recalde asegura que la construcción, desde el punto de vista técnico, es algo bastante sencillo y que una vez iniciada estaría lista en tres meses.
Asegura que si bien los accidentes en la zona son frecuentes, los cuatro accidentes ocurridos en los últimos días -menos de veinte días- no condicen con las estadísticas de los últimos años.
Recalde recuerda que un proceso de expropiación lleva su tiempo debido a que es algo que está regulado por la ley y exige el cumplimiento de ciertas formalidades.
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Pedrozo zona de accidentes: ¿Cómo funciona una rampa de frenado?
El ingeniero Recalde explica que una rampa de frenado es una calzada de más o menos cuatro a cinco metros de ancho donde en lugar de pavimento se pone grava o piedra triturada en una profundidad de cincuenta centímetros en forma de contrapendiente, con una calzada de servicio para retirar el vehículo.
Recalde recuerda que el contrato fue adjudicado a Consorcio del Este en el marco de una Asociación Público Privada y que el contrato financiero son de unos quinientos millones de dólares, con una adjudicación de treinta años para la empresa.