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Miguel Ángel Amarilla tiene 35 años y es oriundo de la ciudad de la madera, Caaguazú. Desde chico le apasionaban los juguetes y fabricaba los suyos con cualquier elemento que tenía en su casa, como por ejemplo con los palos de escoba.
Con los años, aprendió a dibujar los camiones y diseñarlos. En su adultez, consiguió trabajo como carpintero pero siempre soñó con realizar réplicas de camiones. “Un día le conté a mi jefe y me dio la posibilidad de hacer uno en el taller; desde ahí no paramos”, relató.
Poco a poco, su trabajo fue perfeccionándose cada vez más y hoy realiza réplicas idénticas de autos, camiones, barcos y hasta aviones, todos tallados en madera. Miguel Ángel contó se volvió autodidacta y aprendió mucho gracias a internet.
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Hace tres años accedió a un Crédito Agrícola de Habilitación que le ayudó a comprar más insumos y máquinas.
“Mucho me ayudaron ahí, también me llevaron a muchos lugares para que sea conocido mi trabajo”, contó. Tanto es así que hoy tiene la agenda llena de pedidos pendientes.
El año más difícil
Miguel Ángel contó que se encuentra retrasado con los pedidos debido a que el año 2022 fue el más difícil de su vida, puesto que le tocó atender a sus dos padres enfermos. Luego de mucho tiempo en los hospitales, ambos perdieron la vida con algunos meses de diferencia.
“Fue muy difícil”, expresó el escultor en contacto con ABC. Esa situación le llevó a retrasarse en sus pedidos, puesto que cada pieza le puede tomr entre una semana y 22 días, dependiendo del nivel de detalle.
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Hoy tiene agenda llena hasta abril. “Estoy agarrando por agendamiento y sin seña aún, hasta cumplir con mis clientes y después poder empezar el trabajo”, contó.
El artista contó que incluso debe medir la cantidad de veces que publica sus trabajos en las redes. “Cada vez que subo una se me encima mucho y no puedo abastecer”, celebró.
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Mucha paciencia y amor en cada obra
En ese sentido, también resaltó que intentó contratar a una persona pero es un trabajo que requiere mucha paciencia y mucho amor, lo cual implica dificultad para encontrar personal.
Cada pieza puede tener un costo aproximado de G. 800.000, dependiendo del nivel de detalle que requiera la réplica y cuánto tiempo le tomará realizar a Miguel Ángel completar el trabajo.
“Uno solo me puede tomar como mínimo 7 días, pero trabajando desde las 7:00 hasta las 19:00, descansando solo para comer”, destacó sobre el empeño que le pone para que cada una de sus obras llene las expectativas de sus clientes.
Su emprendimiento se denomina hoy “Punto Madera”, nombre con el cual igualmente puede encontrarse su página en Facebook.