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Los casos de chikunguña superan ampliamente a los de dengue en esta temporada, aunque ambas enfermedades tienen un mismo vector: el mosquito Aedes aegypti. Gustavo Chamorro, director de Senepa, contó que este vuelco se pudo ver ya durante el año pasado, pero que a comienzos de este fue mucho más notorio.
“Los casos positivos de chikunguña se vinieron desarrollando durante todo el año pasado en un nivel bastante basal, por lo menos por medio año, y luego fue incrementándose paulatinamente, superando a los casos de dengue, y al final del año hizo un pico bastante importante con el foco principal en el departamento Central, sobre todo en los municipios de Limpio y Mariano Roque Alonso”, explicó el doctor.
Los municipios en los que el foco es más grande no son de casualidad, señaló el director de Senepa, asegurando que el principal problema es la deficiencia en los servicios públicos como de agua potable y recolección de basura, que generan la necesidad de la gente de acumular agua y fomentan los vertederos clandestinos.
La enfermedad tiene un fenómeno de dispersión y ya alcanza a ciudades como: San Lorenzo, Fernando de la Mora y Capiatá, sobre todo, y a barrios como Loma Pytá, Trinidad, San Pablo, San Vicente, Nazaret y San Blas, que son los más afectados de Asunción.
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Chikunguña aumenta en donde hay servicios públicos deficientes
El director de Senepa explicó qué es lo que hay en esas ciudades y barrios que los hace más riesgosos: “Los servicios básicos casi mínimos e inexistentes en muchos casos donde existen vertederos clandestinos, donde las cubiertas son eliminadas en los espacios públicos, hacen muy difícil una lucha contra el vector”.
Lo más preocupante, señala el director, es que de esto se viene hablando durante décadas, no es nada nuevo y, sin embargo, se siguen encontrando criaderos en el 90% de las casas visitadas por Senepa.
Para Chamorro, la situación con esta enfermedad es una mezcla entre la deficiencia de los servicios públicos y la falta de educación de la población, que sigue generando criaderos.
Recordó que tanto la fumigación como las mingas son solo soluciones temporales que, si no son acompañadas con un trabajo diario en cada hogar, no tienen ningún efecto en cortar el ciclo del mosquito transmisor de estas enfermedades.