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Los productores de soja esperan que lleguen más lluvias para solucionar la falta de humedad de los suelos, los cultivos tengan oportunidad de recuperarse y así lograr una buena producción, señala la información difundida por la Unión de Gremios de la Producción (UGP). “Esperamos que se dé una buena cosecha y un buen año para Paraguay”, dijo el ingeniero Héctor Cristaldo, presidente de la UGP.
Soja: Quizás no se llegue a las 10 millones de ton.
Recalcó que el país necesita recuperar los niveles normales de producción. En cuanto a las secuelas de la falta de lluvia, indicó que se deberá revisar la proyección inicial de 10 millones de toneladas de soja para esta campaña, debido a que hay parcelas fuertemente afectadas. Sin embargo, existe una expectativa general de buena producción en comparación con el año pasado y ayudar así a repuntar el crecimiento económico del país.
“El año pasado se perdieron US$ 3.500 millones, que dejaron de ingresar por la baja en la producción y su efecto se sintió en la cotización del dólar, así como en los eslabones de la cadena que se quedaron sin trabajo, por ejemplo, los camioneros. Hubo complicaciones en la economía que se espera este año no se repitan”, explicó
Destacó la resiliencia del sector a la adversidad, generando las condiciones para refinanciar, volver a sembrar y poder absorber las subas de precio del combustible y de los insumos.
Dijo que por eso es importante lograr este año una producción razonable que permita equilibrar las finanzas del productor y del país.
Se acerca el tiempo de cosecha
Para la UGP, se acerca la temporada de cosecha y las esperanzas están puestas en lograr el mejor rendimiento de modo a contribuir a una dinámica positiva en el país, para así poder cumplir con el 4,5 % de crecimiento económico proyectado por el Banco Central del Paraguay.
El 2022 fue un año de buenos precios, pero de poca producción para el sector productivo, tanto en cantidad como calidad. De una producción promedio que se sitúa en torno a los 2.900 a 3.000 kilogramos por hectárea, se lograron solamente 974 kilos por hectárea, por lo que no se pudo aprovechar esta coyuntura.
Para este nuevo ejercicio, los precios están por encima de los US$ 500 por tonelada. “No llegamos a picos como los de años anteriores, pero son precios buenos y, si tenemos un buen rendimiento, vamos a salir con mejores resultados y podremos enfrentar con más holgura los compromisos que quedaron postergados el año pasado”, finalizó Cristaldo.