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El expediente por caso de presunto acoso en el INCAN obra en el juzgado de Capiatá e involucra a tres médicas residentes contra dos médicos: Carlos Fabián Jara Espínola y Junior Cáceres y está caratulado como “Violencia contra la Mujer”, a cargo del juez Blas Figueredo M.
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Asimismo, obra otra denuncia Policial ante la Comisaría 8 de la Ciudad de Capiatá, y relata que Jara, residente superior a una de las víctimas, la trata de inepta, la calumnia ante sus compañeros de trabajo y se “aprovecha de su posición de poder para solapar sus acciones. Las mismas no se limitan al ámbito profesional, sino también al personal afectando su desarrollo como médico en formación, así como su salud física y psicológica”.
Una de las denunciantes también dice que no había recurrido anteriormente a esta instancia por temor pues “el sindicado la amenaza constantemente”, dice por otra parte el documento policial.
También se tuvo acceso a una nota firmada por otra de las denunciantes en la que la misma manifiesta los constantes hostigamientos que la tenían como objetivo, no así los demás colegas médicos en formación.
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El espeluznante relato se remite a principios del año 2022: “cuando me encontraba rotando por la Urgencia (cuando recién llegaron los nuevos residentes de 1er año), el doctor hacía controles estrictos de mis carpetas, evoluciones e indicaciones, burlándose frente a los nuevos residentes para hacerme quedar mal y así desprestigiarme y pretender que los mismos no me respeten como residente superior”.
¿Los expedientes y pacientes del INCAN en riesgo?
En otra parte describe algo que puede ser preocupante ya que como consecuencia del maltrato y hostigamiento se pondrían en riesgo los diagnósticos y controles de los pacientes atendidos en el INCAN.
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“Arrancaba de las carpetas mis historias clínicas, resúmenes de ingreso y evoluciones. Recalco que no reclamo el control de mis carpetas. Pero si es de notar que cuando culminó mi rotación por la urgencia, el doctor nunca más realizó ese tipo de controles estrictos, es más, fue la primera y última vez que se realizó dicho ¨control¨.
“… se burlaba y me mandaba cambiar todo lo que podía, pero no de manera directa. Por ejemplo, le decía a mi residente superior, quien estaba cargo: decile que cambie, mandale hacer todo de nuevo, haciendo abuso de poder como residente mayor”.
“Cuando presentaba mis pacientes (con diagnóstico de cáncer) hacía gestos de burla, risas sarcásticas, comentarios denigrantes frente al paciente y los demás residentes. Cuando se pasaba a la siguiente sala que ya no era la mía, no controlaba de la misma manera ni mucho menos prestaba atención suficiente a los demás residentes”.
“Esa es una putita... le voy a comer cuando quiero”
La denunciante también relata que el calvario continuaba en el quirófano: “En quirófano central su tema principal siempre era menoscabar mi persona, desprestigiándome como mujer y como profesional”
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Por ejemplo, profería frases como: “Esa es una inútil, yo le voy a perseguir hasta que no pueda más”. “Esa no va a entrar más a Quirófano, no va a operar nada, le voy a trancar todo”… “Le voy a decir a la jefa que le castigue porque acá yo mando y me voy a encargar de que viva en Piso y Urgencias, sin operar, ya que la jefa hace todo lo que yo le digo”… “Esa es una putita, yo le voy a hacer la vida imposible, yo le voy a comer cuando quiero”.
De acuerdo a la denuncia todo esto ocurría frente a testigos como otros residentes y licenciados en enfermería.
“Los jefes y licenciadas le pedían que deje de hacer ese tipo de comentarios, que ya no querían escuchar el mismo tema siempre… El mismo respondía de manera altanera, con risas sarcásticas continuando con sus vulgaridades”.
Denunciado alegó ser “intocable”
De acuerdo al relato de una de las víctimas, “son incontables las veces en que por sus difamaciones, burlas y malos tratos no quise ir al hospital, acudí a mis residentes superiores quienes siempre estuvieron apoyándome, así como reclamando y pidiendo al doctor que pare con las acciones mencionadas, a lo cual el siempre respondió con altanería, diciendo que a él no le importa, que es intocable y nada se le puede hacer”.
Además de las denuncias ante la Policía y el Juzgado el caso fue también presentado ante el Ministerio de la Mujer. Los denunciados tienen hasta este miércoles para responder.
Intentamos contactar con Jara Espínola para obtener su versión, sin éxito. El denunciado puede llamar al diario contar con sus declaraciones.