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Desde el Departamento de Investigación de Trata de Personas, Regional Caaguazú, de la Policía Nacional, confirmaron que ya están en sus hogares dos jóvenes que eran explotados laboralmente en Brasil. El menor de edad, de 17 años, todavía está en San Pablo, pues la Policía brasileña requiere la presencia de uno de sus padres para dejarlo ir.
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El oficial inspector José Rolón, del Departamento de Investigación de Trata de Personas de Ciudad del Este, relató cómo se dieron los hechos. Comentó que hace dos meses y medio, los jóvenes, oriundos de Encarnación, Itapúa, viajaron a Brasil, luego de que el ciudadano boliviano identificado como Julio César Ríos Estévez supuestamente les prometiera una oportunidad laboral en dicho país.
“Los jóvenes viajaron con la promesa laboral, pero al llegar allá se dieron cuenta de que las cosas no estaban bien. Se les quitó su cédula, se les explotaba, trabajaban durante horas, sin comer, sin agua, sin poder salir del lugar en que estaban. Trabajaban en un taller de costura, privados de libertad y en pésimas condiciones”, manifestó Rolón. El oficial comentó que el padre de uno de los jóvenes le llamó y relató la historia. El mismo indicó que su hijo logró contactarse con él y le relató todo lo que estaban viviendo, por lo que se decidió a hacer la denuncia.
“El papá me llamó y me contó el hecho, me pasó el número y así pude contactar con ellos. Los jóvenes lograron escapar del lugar de donde supuestamente estaban siendo explotados; yo les guié hacia la comisaría más cercana de São Paulo y allí fueron asistidos inmediatamente por el personal policial. En todo momento trabajamos en conjunto con la Policía brasileña y el Consulado”, señaló el oficial.
“Se consiguió para sus pasajes para el metro, llegaron hasta la terminal de ómnibus de San Pablo y así retornaron al país. Ayer a las 11:00 llegaron a la terminal de Ciudad del Este y a las 16:40 llegaron en la terminal de Encarnación, con sus respectivas familias”, detalló.
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Por otro lado, el menor I. H.R. G, de 17 años de edad, aún se encuentra en el Consulado de Brasil esperando a sus padres.
La Policía brasileña está a cargo de la investigación y en búsqueda del ciudadano boliviano, quien según los datos no cuenta con antecedentes.