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En Paraguay, todavía estamos muy poco habituados a la importancia de la protección solar en niños y adultos.
La práctica es todavía tan poco común que incluso son pocas las madres que tienen como hábito aplicar bloqueador diariamente a sus hijos. Y ni hablar de los adultos, que en la mayoría de los casos ni siquiera saben que deben aplicarse protección solar diariamente más allá de un día de playa.
El verano paraguayo llegó con toda su intensidad característica y temperaturas implacablemente altas.
El Ministerio de Salud Pública alerta a la población a fin de no relajarse con la creencia de que “no pasa nada” por quemarse bajo el sol.
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Tres tipos de cáncer
Los tres tipos de cáncer más frecuentes son: epitelioma basocelular, el espinocelular y el melanoma. Los dos primeros están ligados a la exposición solar a lo largo de la vida, por ello es fundamental cuidar la exposición solar desde la más temprana niñez. Por otra parte, el melanoma puede aparecer como algo nuevo en la piel o como una transformación de lunares y puede darse luego de una exposición solar aguda.
Olvídese de la equivocada creencia de que no hace falta ponerse protector solar porque no va a salir “directamente al sol”. La verdad es que los rayos ultravioletas siempre están ahí desde que se inicia el día, aunque usted crea que está “bajo techo”, en el auto, en casa o en el trabajo.
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Las autoridades sanitarias recomiendan no minimizar la agresividad de los rayos solares, pues es algo que puede traer graves consecuencias a su salud.
Por otro lado, si usted tiene lunares o manchas, es importante que se realice un control periódico con el dermatólogo. Esto le garantizará la detección precoz de posibles lesiones precursoras de cáncer de piel. Así también, si usted tiene la piel clara, lo más aconsejable es visitar regularmente a este especialista, sobre todo si tiene antecedentes de cáncer de piel en la familia.
Atención a los lunares
La misma práctica de control periódico deben seguir quienes posean lunares de nacimiento o que han ido apareciendo en el transcurso de la vida, o que presentan cambios a primera vista. Más cuidado deben tener quienes que trabajen en la agricultura, albañilería u otras tareas bajo el sol.
Usted también puede realizar una revisión personal y observación de manchas y lunares de la siguiente manera:
-Observe la simetría: si el lunar presenta cambios en su forma y se vuelve asimétrico. Esto puede ser evaluado partiendo imaginariamente el lunar en dos o cuatro partes y comparando si ambas partes son iguales o diferentes. Si dichas partes difieren, estamos ante un lunar asimétrico.
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-Atienda los posibles bordes irregulares del lunar.
-Preste atención a la “coloración”: que el lunar cambie de color o vaya adoptando diferentes tonos de marrones o se vuelva negruzco.
-Fíjese en el diámetro. Debe ser considerado un signo de alarma que el lunar tenga más de 6 milímetros.
-Tome en cuenta la evolución del lunar: si se ulcera, pica o duele, es señal de alarma.
-Si descubre cualquiera de estos elementos durante la observación, debe consultar con un dermatólogo.
Otros síntomas que también deben llamar la atención con base en las variantes de cáncer de piel más comunes como el espinocelular o el basocelular es que aparecen lesiones que suelen ubicarse en zonas de la piel expuestas al sol, como por ejemplo el rostro, los brazos, las manos y el escote.
Más signos de alarma suelen ser las manchas rosadas con pequeñas descamaciones, las llamadas queratosis actínicas. Es también motivo de consulta el encontrar lesiones de piel que persisten meses, que van creciendo paulatinamente o que se ulceren.
Tome nota de los centros asistenciales con servicio de dermatología a los que puede acudir:
- Centro de Especialidades Dermatológicas del Programa Nacional de Control de la Lepra
- Hospital Nacional de Itauguá
- Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu
- Centro de Salud N° 3 - Santo Domingo Savio
- Centro de Salud N° 12 - Dr. Valerio Fernández.