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Uno de los tres casos ocurridos en Navidad fue el de la pérdida de dos dedos de la mano derecha de un menor de 4 años, que en compañía de su hermano de 12 adquirieron un petardo conocido comúnmente como “cebollón” de la despensa de su barrio, a escondidas de sus padres.
Según relató el padre de la víctima, comenta el doctor Jesús Marín, de la Sociedad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, los menores encontraron dinero guardado de los padres y salieron en busca de petardos.
En la despensa del barrio adquirieron el “cebollón” e intentaron explosionarlo pero creyeron que falló, así que se acercaron para verificar qué estaba pasando y fue allí cuando detonó el petardo, en manos del más pequeño.
Marín señaló que el menor será sometido en total a tres cirugías para lograr la reconstrucción y que pueda volver a tomar un lápiz con la mano derecha.
“Hoy le dimos el alta, pero vuelve el martes y el miércoles vuelve a cirugía. Es un gasto para el Estado de aproximadamente unos G. 200 millones, que pagamos todos, por la irresponsabilidad de los padres, también del que vendió, y una cama que se ocupa, que quizás esté necesitando un trabajador que pudo haber tenido un accidente”, reflexiona.
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Este año, el doctor Jesús Marín cumple 33 años pasando Navidad y Año Nuevo en el Hospital de Trauma para asistir a las personas que llegan, especialmente luego de la medianoche, accidentadas por el uso de petardos.
Comentó que, por lo general, no existe imputación en estos casos, al menos que él recuerde, a excepción del año 2016, cuando un caso llegó hasta la Fiscalía, “pero se quedó ahí”, manifestó.
Resaltó que lo que la gente no tiene en cuenta a la hora de utilizar o dejar que sus hijos, sobrinos o cercanos utilicen petardos es que sí o sí van quedar con secuelas.
Lo que dice la Ley 6.754 “Que prohíbe la venta y suministro de explosivos a niños y adolescentes”
“La presente Ley tiene por objeto establecer medidas de protección que eviten la exposición al peligro y daño de los cuales son víctimas niños, niñas y adolescentes como consecuencia del uso y manipulación de pirotecnia y explosivos, garantizando el ejercicio de sus derechos fundamentales a la vida, la integridad física y la salud”.
“Prohibiciones. Queda prohibida a toda persona física o jurídica la compra y venta de elementos de pirotecnia y explosivos para uso y manipulación de niños, niñas o adolescentes y el suministro a ellos, por cualquier causa”.
“Sanciones. En caso de transgresión a la prohibición de venta y suministro de artículos pirotécnicos y explosivos a niños, niñas y adolescentes, establecida en el Artículo 32, incisos a) y c) de la Ley N° 1680/2001 “CODIGO DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA”, la sanción para el infractor será una multa de 20 (veinte) jornales mínimos para actividades diversas no especificadas”.
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Traumas acústicos
- Dolor de oído
- Acúfeno de tonalidad aguda
- Pérdida de audición
- Sangrado de oído
- Desequilibrio que puede ser unilateral o bilateral
Afecta a las personas con autismo (TEA)
- Es considerada una población altamente susceptible a sonidos fuertes
- Presentan hipersensibilidad auditiva o hiperacusia
Precauciones para usar pirotecnia
- Es preferible evitar el uso de pirotecnia
- Dejar la manipulación en manos de adultos
- Alejarse por lo menos 8 metros del sitio de explosión
- Si hay personas con trastorno autista, evitar los fuegos artificiales y utilizar protectores auditivos
¿Qué hacer en caso de un accidente?
En caso de lesión leve se debe usar agua de la canilla para reducir el área quemada, cubrir la zona con un paño limpio y trasladar al paciente a un centro asistencial. Es importante no aplicar cremas.
En casos graves, lo que significa que la afectación abarca los cinco dedos de la mano o la palma, se debe cubrir con un paño limpio y acudir urgentemente al médico.
Si el caso es aún más grave, o sea, el área de quemadura es muy grande, la víctima debe ser llevada de inmediato a un centro asistencial para evitar un cuadro de hipotermia.