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Laboratorios de la Entidad Binacional Yacyretá, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FACEN) de la Universidad Nacional de Asunción y de la Dirección General de Salud (DIGESA) analizaron las muestras del río para pasar los resultados al MADES.
Los estudios realizados por laboratorios de las tres instituciones, indican que las aguas del río Paraná están en la categoría “muy buena”, dentro de los parámetros del MADES, lo que habilitaría el uso recreativo y el consumo bajo tratamiento.
Los controles se realizan de manera periódica para asegurar la calidad de agua. En ese sentido, los resultados de los análisis demuestran que estarían dentro de los parámetros establecidos para habilitar las playas de la ciudad, Pacucuá, Mbóika´e y San José para el uso con fines recreativos.
“El rio Paraná es la fuente de agua para nuestro consumo”, mencionó Victoriano Vázquez, de la dirección de Gestión Ambiental de la municipalidad, por eso los controles también son contínuos y evidencian que se mantiene la calidad óptima para el consumo.
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Se mantiene la calidad
La ventaja que tiene la ciudad es la red de alcantarillado con más de 60 estaciones de bombeo que desemboca en la planta de tratamiento de aguas residuales, lo que permite que lo que desemboca en el río sea agua no contaminada.
Cada año se renueva la licencia de habilitación de las playas, para garantizar a turistas que “pueden entrar al agua sin ningún riesgo”.
El río Paraná es uno de los cauces hídricos más caudalosos de mundo, lo que le da una capacidad de “autodepuramiento” que ayuda a que se mantenga libre de posibles contaminantes.
Vázquez resaltó la importancia de la conciencia ambiental para mantener el río sin agentes contaminantes, instó a la ciudadanía a colaborar con el mantenimiento de esta calidad, porque explicó que las acciones que se puedan realizar pueden tener consecuencias sobre la calidad del agua. Por eso aplican el “trabajo en cuenca” que involucra a todos los agentes que están conectados al cause hídrico.
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Las aguas son seguras
La gran concurrencia que tienen las playas de Encarnación trajo consigo la preocupación por la calidad de las aguas, por lo que estos estudios, a parte de ser necesarios para la habilitación de los lugares turísticos, también dan seguridad a turistas que quieran acercarse a ingresar en alguna de las tres playas.
Para el fin de semana próximo se espera la concurrencia de unas 100.000 personas en la costanera y la playa San José de Encarnación, que recibirán el año nuevo en la ciudad, por lo cual mencionan que “es importante monitorear las aguas para dar la tranquilidad a los turistas que son seguras”.