Cargando...
Se trata de Guilherme Da Silva Sebastiao (39), quien sería miembro de la organización criminal Primer Comando da Capital (PCC), y ahora es uno de los tres brasileños abatidos ayer durante el tiroteo con la Policía en Pedro Juan Caballero. Este fue detenido por efectivos de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) en los primeros días del mes de junio pasado en Bella Vista Norte, Amambay, cuando iba al mando de una camioneta todo terreno y tenía en su poder marihuana.
Los antidrogas mencionaron que en el momento del arresto, el sospechoso presentó un documento de identidad brasileño falso con el nombre de Reinaldo Oliveira Dos Santos, sin embargo, luego se pudo confirmar su identidad real.
En aquel entonces, el fiscal Celso Morales pidió su prisión preventiva en la cárcel de Itapúa, pero el presunto narco con el asesoramiento de un profesional del derecho presentó documentos que lo acreditaban como consumidor de la “hierba” y en menos de una semana logró salir de prisión, según informaron.
Los otros dos caídos, también elementos del PCC, serían Daniel De Souza Oliveira y Burt Lancart Da Silva, este último registra una serie de antecedentes y órdenes de captura por asaltos a mano armada en el Brasil.
Esperan informe de la Policía Federal sobre identidades
Sin embargo, los datos de estos dos últimos todavía no son oficiales, ya que fueron dados por sus respectivas parejas, quienes recogieron los cuerpos de la morgue del Hospital Regional.
Es por ello que la impresión de sus huellas dactilares fue enviada a la Policía Federal del vecino país para confirmar sus identidades, según confirmaron las fuentes.
De acuerdo con los datos proveídos por los investigadores, la banda que fue desarticulada en la tarde del jueves contaba con al menos cuatro integrantes y serían responsables de varios otros asaltos a mano armada y secuestros exprés registrados en los últimos días en la capital del Amambay.
Asalto, tiroteo y muertes en Pedro Juan Caballero
Al mediodía del jueves último, los miembros de la gavilla interceptaron en pleno centro de Pedro Juan Caballero al joven César Centurión Noguera, hijo de Claudio Centurión, gerente de la casa de cambios Triple C. La víctima fue alzada en su vehículo, en el que también subieron los criminales y se dirigieron a su residencia, ubicada en el barrio Guaraní, siempre de Pedro Juan Caballero.
Lea más: Enfrentamiento en PJC reportan un policía muerto y otro herido
Los maleantes con el rehén ingresaron a la propiedad y rápidamente redujeron y desarmaron a un guardia y se apoderaron de unos G. 10.000.000 y US$ 4.000. Fue en ese momento que el dueño de casa, Claudio Centurión, se percató de lo que estaba pasando y alertó a la Policía.
Lea más: Brasileños abatidos en PJC pertenecerían a organización criminal nueva
En segundos, llegaron al sitio el suboficial principal Esteban Ramón Cañete (44) y el suboficial primero Éver Osvaldo Ortega Torres (33), ambos de la subcomisaría 08, ubicada a unas cinco cuadras del lugar.
Pero cuando ambos uniformados bajaron de la patrullera para averiguar qué había generado el pedido de auxilio, uno de los criminales que estaba en la planta alta de la residencia los vio y disparó una ráfaga con una pistola calibre 9 mm. equipado con selector de tiros.
Cañete se llevó la peor parte, sufrió al menos tres balazos, uno de los cuales impactó en medio del pecho y fue el que le causó la muerte en cuestión de segundos. En tanto que el suboficial Ortega se tiró al suelo y desde allí se enfrentó a los criminales, quienes escaparon del lugar a bordo de la patrullera, que había quedado con el motor en marcha, según informaron.
Minutos después los criminales abandonaron la patrullera en las inmediaciones de la penitenciaría regional, y luego asaltaron a dos vecinos para tomar dos motocicletas, en las que continuaron la huida.
Incidentada fuga
En una de las motos escaparon tres y estos se dirigieron por un camino donde estaban instaladas cámaras de seguridad, cuyas imágenes fueron recogidas por los agentes del Departamento Investigaciones de Amambay. Finalmente, las filmaciones llevaron a los uniformados hasta la guarida de la banda, que era una casa ubicada en el barrio Obrero de Pedro Juan Caballero, distante solo cinco minutos del lugar del asalto.
Una vez ubicado el aguantadero, los policías solicitaron el allanamiento del sitio, que fue efectuado poco después de las 19 del mismo día jueves. Pero cuando los delincuentes vieron ingresar a la vivienda a los agentes del orden tomaron sus respectivas armas, pistolas calibre 9 mm. e intentaron abrirse paso a tiros hacia la calle. Allí se generó una feroz balacera que duró varios minutos, hasta que los tres criminales cayeron abatidos en el lugar.
A raíz del tremendo tiroteo la policía cortó el tránsito sobre las calles adyacentes al lugar del procedimiento, según informaron.