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El niño de 7 años que sufrió una mordida de una serpiente de la especie conocida como jarara, en su vivienda de la colonia Araújo Cue, continúa con el pronóstico de muerte cerebral, según precisó el director del Instituto de Medicina Tropical, doctor Óscar Merlo.
Agregó que se le aplicó el suero antiofídico en al menos dos ocasiones: la primera en el Hospital Distrital de Curuguaty y luego tras ser trasladado al Instituto de Medicina Tropical.
Tras no presentar mejoría, el niño fue ingresado a la unidad de cuidados intensivos para tratar de compensar la falla de los órganos; sin embargo, la parte cerebral no evolucionó bien, por lo que se le diagnosticó muerte cerebral.
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El doctor explicó que en caso de mordeduras de serpientes hay que llegar lo antes posible al centro asistencial que tenga el suero antiofídico. Agregó que el daño depende de varios factores, como el tamaño del animal, su capacidad de daño, el peso y tamaño de la víctima y la realización o no de un torniquete.
Suero antiofídico debe ser aplicado por un profesional
Merlo explicó que vieron varios pacientes a lo largo de los años que se hicieron torniquetes tras la mordedura de una serpiente, por lo que recordó que no se debe realizar esta práctica, ya que la situación empeora.
Tampoco debe cortarse la herida, chupar el veneno o ponerse nafta. Solo se debe lavar con agua y jabón y acudir lo más rápido posible a un centro asistencial, según indicó el médico.
“Muchos estancieros tienen suero antiofídico. No sirve aplicarse intramuscular ni en cualquier lugar, solo alguien que sabe puede aplicar y se debe aplicar de forma intravenosa”, precisó.
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Hasta 60 casos de mordeduras de serpiente por año
El doctor Merlo contó que en el instituto atendían al menos 150 mordeduras de serpientes por año, un promedio de 1 caso cada dos días, en el periodo que abarca desde el 2012 hasta el 2018, y que posteriormente empezaron a disminuir los casos hasta entre 50 y 60 por año.
“Capaz hay menos casos porque se solucionan en los hospitales de cabecera o quizás por la cuestión ambiental”, señaló. Indicó también que fallecen 1 o 2 pacientes al año por esta causa en el instituto.
Dijo además que cuentan con el antiveneno para arañas y alacranes y recalcó que, para evitarlos, se deben tener las piezas y los patios limpios, evitar escombros y cortar el pasto. Sin embargo, dijo que llegan a atender entre 15 y 20 casos por año.
Por otra parte, enfatizó la importancia de eliminar los criaderos de mosquitos porque hay muchos casos de dengue, zika y chikunguña.
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Por último, pidió frenar la presión sobre la familia del niño de 7 años, luego de que se diera a conocer que los padres no aceptaron donar los órganos. Explicó que la ley establece que todos somos donantes, salvo expresa negativa del donante o de la familia.