Cargando...
Gran cantidad de fieles acudió a la Basílica de la Virgen de los Milagros de Caacupé para participar de las celebraciones centrales del octavario de la festividad mariana. Monseñor Ricardo Valenzuela se refirió a las elecciones del domingo y pidió a la población que participe votando, pues ellos son un elemento muy importante para obtener el cambio que necesita nuestro país. Ahora es el momento que todos tenemos la oportunidad de elegir “y de elegir bien”, dijo.
“Tenemos que poner de nuestra parte, todo lo bueno y todo lo mejor, así como la Virgen María fue pura, limpia y transparente, nuestro obrar en ese día de las votaciones también debe ser así, limpia y transparente”, expresó el pastor católico.
Instó a la población a colaborar para que la jornada se desarrolle en el marco del respeto, la tolerancia, igualdad y la transparencia, como corresponde.
Al inició la homilía resaltó que en este octavario debemos mirar a nuestra Madre y tenemos que apreciar los dones que le ha regalado Dios, y que ella también quiere regalarnos a nosotros.
Lamentó que hoy en día todos estemos contaminados por el mal. “Hoy vemos que muchas personas tienen un lado oscuro”, dijo. Señaló que la gente muchas veces se dejan llevar por los placeres de la vida, el dinero y otros caprichos, se olvidan que las cosas materiales no son importantes, expresó.
Lea más: Octava de la fiesta de la Virgen de los Milagros de Caacupé.
Mencionó que hubo santos pecadores que fueron tocados por el mal, menos la Virgen María; ella es ese único oasis verde en la humanidad, ella fue creada inmaculada para recibir plenamente a Dios, dijo.
El obispo señaló que tenemos que pedirle a la Virgen María que nos guie y nos ayude a vivir con el espíritu joven para disfrutar más de la vida a plenitud y convertirnos en santos.
Destacó que es muy emocionante y admirable las demostraciones de aprecio, amor y fe que profesa la gente a la Virgencita de Caacupé, que llegan desde diversos puntos del país, principalmente en noviembre y en lo que transcurrió diciembre.
Al finalizar la celebración eucarística se realizó la procesión a la imagen de la Virgen de Caacupé alrededor de la Basílica. Los fieles acompañaron con emoción honrando a la Virgencita con cantos y pañuelos blancos. Se pudo observar gran acompañamiento de familias que se acercaron para ser bendecidos.