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El combate al contrabando de productos frutihortícolas, así como de otros tipos de artículos por parte de las autoridades encargadas del control, está siendo insuficiente y en el caso del tomate y de locotes, la competencia desleal está generando pérdidas porque la cosecha nacional se pudre en finca, por la falta de ventas, dijo este martes Francisco Meza, de la zona de Caaguazú, miembro de la Unión Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay.
A su vez, Sotero Romero, secretario del señalado gremio y también de la Cámara de Productores Frutihortícola del Paraguay denunció que ya hicieron muchas manifestaciones de reclamo este año, con el objeto de exigir del Gobierno una lucha más efectiva; sin embargo, el problema no se soluciona y el ingreso ilegal de hortalizas desde la Argentina continua, a pesar de los muchos reclamos hechos por los gremios.
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Por su parte, el presidente de la Unión Nacional de Productores Frutihortícolas del Paraguay, José Rivas, indicó que como todos los años, en la época de fin de año el contrabando se vuelve aún más incontrolable.
“Justamente este lunes tuvimos reuniones en el Congreso Nacional con los representantes del Senado, por el problema del contrabando, y les pedimos a los que integran la Comisión Permanente que se pueda militarizar el control en los puntos fronterizos de ingreso, para resguardar el ingreso el productos ilegales en general”, subrayó.
Sobre el tema también habló el asesor jurídico de los gremios de horticultores, Abog. Alfredo Tauber. Explicó que el problema es de todos los años y que las autoridades actúan en forma reactiva, es decir, cuando hay presión de reclamos con manifestaciones o con declaraciones en la prensa, se ven las verificaciones, pero después esos controles se vuelven a relajar.
UIP recuerda que contrabando resta recursos al fisco
Desde otro sector, el presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Ing. Enrique Duarte manifestó que ya no se puede seguir aceptando que el contrabando campee impunemente y que las autoridades jurisdiccionales no entiendan que el desarrollo sustentable con metas sociales sólo es posible en un mercado fundado en los principios de legalidad, igualdad y reciprocidad.
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“No se puede seguir planteando la dicotomía; fiscalidad versus trabajo! Ya lo hemos repetido innumerables veces. La economía ilegal que se desarrolla en las sombras, prohíja y fomenta la promiscua relación de la política con el crimen organizado”, dijo.
Opinó que la tolerancia del comercio ilegal resta recursos al fisco, despierta el apetito fiscal, y cierne sobre los empresarios formales la amenaza de más impuestos, debilitando la economía formal con la consecuente destrucción del empleo.