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El sermón tuvo lugar en la misa celebrada hoy por la festividad de la Inmaculada Concepción, patrona de la diócesis que comprende los departamentos de Concepción y Amambay. Fue en la explanada de la Catedral de Concepción.
El obispo Miguel Cabello Almada dijo que los habitantes del norte de Paraguay deben tener la valentía de reconocer sus errores. “No podemos seguir como antes, tenemos que empezar una vida nueva”, sostuvo.
En otro momento de su homilía, el responsable máximo de la Iglesia católica en los departamentos de Concepción y Amambay señaló que Dios podría preguntar a quienes están en las instituciones públicas: “¿Cómo están administrando los bienes públicos, dónde está el dinero de la gente, qué han hecho de los materiales, de los productos de la gente, especialmente los más pobres, los indígenas, campesinos, minusválidos, indigentes?”.
“Hoy también el Señor puede estar preguntando: ‘¿Dónde están los secuestrados (...) para que puedan volver a sus hogares y si están muertos, saber dónde están sus restos’?”, añadió, en referencia a los secuestros por parte del grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo del policía Edelio Morínigo, el ganadero Félix Urbieta y el exvicepresidente de la República Óscar Denis.