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Monseñor Celestino Ocampo, obispo de Carapeguá, inició su homilía resaltando que los indígenas están por las calles deambulando porque son despojados de sus tierras.
Lamentó dicha situación y señaló que la comunidad cristiana está llamada a vivir determinadas actitudes espirituales, esenciales como la esperanza y la conversión.
Indicó que la iglesia clama “Ven señor Jesús” y dijo que solo Dios puede salvar las relaciones humanas que se descomponen. “Tu reino es gracia, tu reino es paz, donde se hace las cosas como Dios manda, allí hay vida, allí hay justicia, verdad, paz y amor”, expresó.
Señaló que todos debemos tener esperanza porque ella nos ayuda a reflexionar sobre la dimensión del cristianismo.
“No permitamos que nadie nos robe la esperanza, todos soñamos con un mundo mejor, donde reinen los valores. Soñamos con un país donde todos tengan la posibilidad de vivir plenamente” agregó.
Mencionó que este tiempo de la novena es una ocasión propicia para revisar el compromiso que todos tenemos de vivir la misericordia con los hermanos, es decir con los más carenciados, ancianos y enfermos.
Los jóvenes deben ver la realidad
El obispo de Carapeguá señaló que los jóvenes deben abrir los ojos para ver la realidad que se sufre hoy en día, porque eso es algo que nos golpea duramente con la situación de muchos viviendo en extrema pobreza.
“Hay gente que pasa hambre, que no tiene trabajo y especialmente hay que ver la dura realidad de los hermanos indígenas, quienes son explotados, marginados y burlados”, expresó.
Situación de los indígenas
Recordó que los pueblos indígenas del Paraguay están entre los más pobres. Pidió que ya no los desalojen ni violenten. “Basta de ningunear y hacer oídos sordos a los reclamos, basta de discriminación y burlas a los pueblos indígenas”, aseveró.
El obispo reiteró que debemos ver quiénes son los desalojados, quiénes son los afectados, “y si está en nuestras manos, ayudemos”, expresó.
Instó a la población a que se dejen conmover y tengan la empatía de saber como está pasando el otro.
“Un laico no puede hacerse indiferente ante el sufrimiento de un hermano”, manifestó, y agregó que el laico “está para paliar las necesidades más urgentes en todas las iniciativas que buscan la justicia”.
El obispo expresó su preocupación sobre las tierras de los indígenas, sobre la indiferencia de los laicos y las elecciones nacionales.
“Ahora es el momento de elegir personas idóneas que tengan el servicio a la comunidad y el país, es hora de tener juicio critico ante tantas promesas de los candidatos que no se cumplen”, expresó.
El obispo recalcó que en el tiempo de las elecciones, se tendrá la oportunidad de decir “No a la corrupción”.