Monseñor Miguel Ángel Cabello manifestó que lamenta la corrupción moral en las instituciones públicas y dijo que es una completa injusticia vivir así.

Habló del robo de bienes del estado, los sobornos, el tráfico de influencias, y las presiones de políticos inescrupulosos que quieren ocupar cargos públicos. Asimismo indicó que lo que es una ganacia para algunos pocos deshonestos, resulta una gran perdida para muchos, especialmente para los más carenciados.

Aumento de corrupción

El obispo indicó que las injusticias provocan falta de de paz e inseguridad reinante. “Nos preocupa y nos avergüenza el aumento de los significativamente corruptos, explícitos e implícitos. expresó.

El cielo también clama justicia por los feminicidios, la violencia doméstica, abusos sexuales de menores y personas vulnerables.

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Hizo énfasis en la escalada de la violencia, pues a consecuencia de todo eso, el narcotráfico, el sicariato y el crimen organizado están instalados en nuestra nación. Resaltó que lamentablemente estamos sin viso de mejoría ni esperanzas para erradicar este mal.

Así también refirió que no podemos olvidar la falta de paz de los que han sufrido en secreto por sus seres queridos como es el caso de las familias de Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.

“Sus familias aún siguen esperando la vuelta de los tres o al menos conocer el paradero de los restos” agregó.

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El obispo dijo que considera sumamente importante que la gente pueda seguir señalando más realidades de injusticia y falta de paz en nuestros país, pues solo así podremos sacar a la luz tantas cosas que nos afectan.

Así también se refirió a los laicos y dijo que los mismos son llamados a ser constructores de la paz y la justicia social. Mencionó que seguramente dicen que “deben ser los sacerdotes y obispos los que hablen para denunciar los males de nuestro país”. Cabello instó a las personas que ante esta realidad todos debemos ser conscientes, y darnos cuenta que todos somos llamados a luchar para cambiar esta situación.

Destacó que son los laicos quienes deben ser los primeros en ser llamados a cumplir esta misión, porque este en su mundo, su campo de vida, de trabajo y misión. “Nosotros debemos ser los primeros que tenemos que dar el ejemplo” puntualizó el obispo.