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Siguen las diligencias en la causa que investiga un presunto caso de “gatillo fácil” en Luque. La víctima fue identificada como Juan Pablo Meza González, de 34 años, quien contaba con prisión domiciliaria y prohibición de salida del país. También, según consta en el acta policial, tenía antecedentes de hurto agravado.
El mismo falleció tras recibir dos impactos de supuestos perdigones de goma, durante un procedimiento policial. En el acta del procedimiento, los intervinientes alegan que la víctima huyó y tras ser alcanzada atacó a uno de los uniformados con un arma blanca, por lo que tuvieron que recurrir a los disparos. La familia de la víctima denuncia que el procedimiento fue irregular, pues alegan que no hubo persecución.
Para hoy, está previsto llevar a cabo varias diligencias en carácter de anticipo jurisdiccional de prueba en la causa donde los policías Héctor Celino Sánchez y Rubén González, están siendo investigados por haber cometido respectiva y presuntamente, los hechos punibles de homicidio doloso y cohecho pasivo agravado.
Primeramente tendrá lugar la declaración de la testigo presencial, Lizza González, expareja de Meza González, la audiencia será a las 13:00, en carácter de anticipo jurisdiccional de prueba en la sede del Poder Judicial de Luque.
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Para las 17:00, está fijada la pericia balística y la reconstrucción de los hechos también en carácter de prueba anticipada. Estos procedimientos se llevarán a cabo en el lugar donde ocurrió el hecho el pasado 5 de agosto.
El juez de la causa es Nelson Romero, pero el mismo solicitó permiso por lo que le interinará la jueza Carmen Román. El equipo de investigación que representa al Ministerio Público se encuentra conformado por las agentes Claudia Aguilera, Sandra Ledesma y Fátima Villasboa.
Lo que se sabe del caso “gatillo fácil” en Luque
Conforme a los antecedentes el 5 de agosto de este año, alrededor de las 17:45 aproximadamente, el oficial primero Héctor Celino Sánchez habría disparado, a corta distancia, a Juan Pablo Meza González, en el tórax con un arma tipo escopeta calibre 12 mm, lo que casi de manera inmediata produjo su muerte.
Sánchez junto con otros agentes policiales identificados como el suboficial inspector Rubén González y el suboficial ayudante Carlos Vega, se encontraban a bordo de una patrullera asignada a la Comisaría 53 Central, lugar donde prestaban servicio los mencionados, circulando sobre la calle Las Mercedes de la segunda compañía de Luque.
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En ese momento, Juan Pablo Meza, se encontraba en compañía de Lizza González, conversando con otras dos personas en una plaza pública, cuando en dicha dirección los tres efectivos policiales descendieron de la patrullera e intentaron atajar a Meza, por lo que éste, corrió y a unos metros fue alcanzado por Carlos Vega, quien corrió tras él, por lo que los otros dos policías abordaron nuevamente la patrullera (González como conductor y Sánchez como acompañante).
Luego, Vega logró alcanzar a Meza y durante un forcejeo, descendió de la patrullera el oficial Sánchez quien, según relato, también forcejeó con Meza, proporcionándole patadas para luego desenfundar el arma que portaba y disparó a corta distancia contra la humanidad de Juan Pablo, quien cayó al suelo quedando inconsciente.
Según la versión de los uniformados, Meza González, habría herido con un arma blanca al agente Vega. Posteriormente, los policías alzaron a la víctima en la patrullera y lo llevaron hasta el Hospital Distrital de San Lorenzo, donde horas después se confirmó su deceso.
Testigos filmaron el hecho
Testigos, quienes se encontraban en la zona, captaron parte del procedimiento policial. En las imágenes se ve a la víctima tirada en el suelo y al parecer inconsciente, tratando de ser alzado por los intervinientes a la patrullera.
Incluso, en el video se oye lo que al parecer sería un disparo y se ve a uno de los uniformados con la escopeta en la mano, apuntando a la víctima que ya estaba tirada en la calle.
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Presunta coima para liberarlo
Le hermana de la víctima, Ceferina Meza, denunció a ABC TV que el procedimiento fue irregular, pues alega que no hubo persecución policial como hicieron constar los intervinientes. Además, señala que donde ocurrió el hecho no es jurisdicción de la Comisaría 53ª.
Agregó que días previos a lo acontecido, específicamente en fecha 2 de agosto, mediante una llamada telefónica le fue comunicado que su hermano Juan Pablo se encontraba privado de libertad en el calabozo de la dependencia policial mencionada y que los agentes del lugar le habrían solicitado dinero a cambio de liberar al joven.
Entonces, la mujer primeramente fue a la comisaría para hacer entrega de la suma de G. 500.000 al policía Rubén González, lo cual fue rechazo ya que consideró “escasa” la suma de dinero.
“Ya que eran varios policías”, sostuvo Ceferina, por lo que nuevamente se apersonó frente al puesto policial e hizo entrega de la suma de G. 800.000 a González, quien en ese momento aceptó el dinero y luego liberó a Juan Pablo. Llamativamente la supuesta aprehensión no fue comunicada al Ministerio Público.