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El director general de control de Declaraciones Juradas de la Contraloría General de la República, Armindo Torres, confirmó que se iniciaron los estudios de correspondencia de bienes para determinar si Asdrúbal Fretes, y su cónyuge, Adriana Margarita Florentín Oliver, relatora de la Corte Suprema de Justicia, pudieron acumular todos los bienes que poseen con el salario que tenían.
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Este análisis de consistencia de bienes, que se contrasta con las declaraciones juradas de los funcionarios, también se le realiza a Amílcar Fretes, el abogado que firmó un contrato por US$ 368.000 dólares con Kassen Mohamad Hijazi para defenderlo en su proceso judicial.
El funcionario de la Contraloría puntualizó que esperan terminar en la brevedad posible los estudios de correspondencia de bienes de los denunciados, “que son o han sido funcionarios públicos”.
Están recabando informaciones
Dijo que se tomaron las medidas correspondientes sobre el inicio de estos exámenes de correspondencia, con respecto a las personas que están siendo publicadas.
Especificó que están en plena circulación de notas para recabar todas las informaciones necesarias.
Confirmó que serán investigados en cuanto a su correspondencia de bienes Amilcar Fretes Escobar y también el de Asdrúbal, el otro hijo del ministro Antonio Fretes.
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Además, se investiga a la funcionaria Adriana Margarita Florentín Oliver, quien es pareja de Asdrubal y tiene un salario de G. 11 a 15 millones, pero tiene acciones por G. 200 millones, y cuentas bancarias por G. 135 millones.
También investigarán a la pareja
La señorita aparece como parte de los negocios de la casa de préstamos de Asdrúbal, y al iniciar examen de correspondencia, por ser pareja de uno de los investigados, también se la investiga, aclaró el director general de control de Declaraciones Juradas.
Están avanzando en los dos casos y en los próximos días tendrán las informaciones sobre ambos para terminar y esclarecer los hechos denunciados
Armindo Torres dijo que tanto si la pareja es funcionaria pública como si no es, de todos modos será investigada, para saber qué bienes tiene registrados a su nombre.
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Grandes inversores
Según la información detectada, la pareja integrada por Asdrúbal Fretes y Adriana Margarita Florentín Oliver, invirtió G. 2.100 millones de acciones en una empresa, y en otra G. 5.000 millones, junto con otros accionistas, para abrir una casa de préstamos llamada Ahoraite.
Se estima que la circulación de estas grandes cantidades de dinero pudo ser la vía de lavado de dinero de una plata cuyo origen se desconoce.
Ahora, las denuncias están saltando por doquier, e incluyen a rematadores, a gente que ha estado usando su poder e incluso los tribunales, a su antojo.
Sospechan de evasión de impuestos
Teniendo en cuenta el manejo de todo este dinero, surgió la sospecha de evasión de impuestos. El titular de la Subsecretaría de Tributación, Óscar Orué, confirmó que ya solicitó informes relacionados a las empresas y el crecimiento patrimonial de Asdrúbal Fretes. Además, Orué indicó que las instituciones correspondientes podrían estudiar si se incurrió en enriquecimiento ilícito o en lavado de activos.
Indicó que luego de recibir esos datos se determinará la apertura de una fiscalización, y adelantó que no solo se estaría hablando de evasión de impuestos, sino de otros hechos punibles.
Explicó que las instituciones competentes deberían también iniciar su investigación ante la posible comisión de enriquecimiento ilícito, lavado de activos y quizás hasta asociación criminal.
Crecimiento llamativo
Asdrúbal Antonio Fretes Valenzano y su pareja Adriana Florentín Oliver (relatora de la Corte) habrían crecido patrimonialmente de manera notable en los últimos años. Mientras el hijo era funcionario de la Fiscalía, con un salario de G. 8 millones, ya aparecía como accionista de varias empresas, llegando a tener G. 2.100 millones en una sola sociedad, datos que no fueron declarados ante Contraloría.
También su novia aparece en la constitución de la sociedad Río Salado SA, con acciones por G. 1.000 millones. Para el 2017, los movimientos de Asdrúbal ya eran millonarios, apareciendo vinculado al capital de la sociedad de Banco Continental y como vicepresidente de Ahoraité SA, además de miembro de una sociedad llamada Negocios y Servicios SA.